Desvelan la estafa del hidrógeno en la aviación: la huella puede ser irreversible

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Publicado el: 13 de noviembre de 2024
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El hidrógeno es llamado el “combustible del futuro” por las múltiples ventajas que ofrece como la no emisión de gases de efecto invernadero. De forma que está siendo considerado para la aviación. Pero su mal uso podría dejar una huella ambiental irreversible convirtiéndose en una gran estafa. Veamos.

El hidrógeno como combustible en la aviación ¿una gran estafa?

En el informe llamado “Sustainable Future Aviation 2025-2045: Trends, Technologies, Forecasts” preparado por la consultora que se especializa en combustibles verdes ID Tech Ex explica, entre otras cosas, que el hidrógeno será el principal protagonista en el proceso de descarbonización de la aviación.

Pero para que esto sea así, es indispensable que se estudien cuidadosamente tanto las tecnologías que se deben aplicar en los aviones para su adaptación como la fuente, o el color, del combustible a utilizar. Un error en estos conceptos hará que los daños al ambiente sean mayores que sí operan con combustible convencional.

Los puntos a tomar en cuenta para el uso de este combustible en la aviación

Si bien, de acuerdo con este informe, se considera que para el año 2045 el mercado que involucra los aviones comerciales maneje una cifra mayor a los 20.000 millones por año, hay tres factores que son indispensables que las compañías aeronáuticas deben tener en cuenta antes de migrar a este combustible.

Pilas de combustible o motor de combustión interna de hidrógeno

Las máquinas de combustión interna con este elemento son los mismos motores convencionales, lo cuales han sido modificados. Este método es muy económico además de que estas adaptaciones llevan un tiempo relativamente corto por lo que el avión estaría operativo muy rápido.

No obstante, estas maquinarias son mucho menos eficientes que los sistemas de pilas de combustible que brindan una autonomía 50 % mayor con igual cantidad de hidrógeno. Por otro lado si el combustible no es neutro en carbono, en el caso de los motores, sus emisiones serían un 33 % más altas.

Aunque los aviones eléctricos con pilas de combustible tendrían un mantenimiento más costoso, ya que las celdas de la batería deben ser reemplazadas cada 18 meses, aventaja a los motores por tener una huella de carbono menor y ser más eficientes energéticamente.

Combustible presurizado o líquido: las dos opciones son buenas

Cuando ese gas es presurizado, generalmente a 700 bar, representa 1/6 de la densidad energética del combustible convencional. Esto limita la autonomía del avión, haciendo que tenga poco alcance. Por su parte, si este compuesto se usa en estado líquido mejora su densidad energética.

Dando al avión cerca de un 50 % de la autonomía tradicional. Pero para mantenerlo en este estado se debe tener a – 250 °C. esta temperatura es muy complicada de mantener en un tanque de almacenamiento en un avión. La decisión de uno u otro, dependerá de los otros dos factores y de la economía.

El color o fuente del gas: un punto que es medular

Desde el punto de vista de la sostenibilidad, el tipo puede variar mucho dependiendo de la fuente de que se extrae. Puede ser verde que se origina de energías renovables, gris que se genera a partir de combustibles fósiles, etc. Para la descarbonización efectiva se debe usar el color verde o azul, en última instancia.

Se deben tomar las decisiones correctas para el ambiente

Tomar la decisión correcta en cada uno de los parámetros nombrados, será decisivo en la autonomía que tendrán los aviones, la huella del carbono, la sostenibilidad y su capacidad de reemplazo eficaz de los fósiles. De tal manera que se evite que el uso del hidrógeno derive en una gran estafa.

En resumen, de la correcta aplicación de la tecnología que hagamos en el uso del hidrógeno en la aviación, dependerá si es una solución en el proceso de descarbonización o sea una estafa. Por lo que queda en las manos de las empresas aeronáuticas tomar la decisión adecuada.