En este país de Europa se han manifestado en desacuerdo con la fijación de un impuesto a millonarios como Elon Musk. La propuesta ha generado tensiones entre las fracciones políticas que debaten la medida. Los argumentos de los que lo justifican basándose en una distribución más justa de la riqueza para financiar servicios públicos chocan con la posición de quienes consideran que el incremento en la exigencia de contribuciones a los millonarios estaría imponiendo límites a la inversión, la innovación y el desarrollo económico. ¿Y en España qué se opina de todo esto?
En este país de Europa no están de acuerdo con que personas como Elon Musk paguen más
El debate sobre la implementación de impuestos a las personas con mayores ingresos o riquezas es algo recurrente en muchos países. Es una medida que genera posicionamientos variados, pues hay quienes alegan que estos contribuyen a reducir la desigualdad económica y social, mientras que otros dicen que frenan el desarrollo económico que permitiría a toda la población alcanzar una mejor calidad de vida.
Evidencia de la manera como este debate refleja un equilibrio difícil entre promover justicia social y mantener condiciones favorables para el desarrollo económico es el desacuerdo actual en Europa acerca de este tipo de impuesto. La decisión a adoptar depende de múltiples factores.
El 31 de octubre pasado, factores de la izquierda francesa presentaron dos propuestas de impuesto a la riqueza ante la Asamblea Nacional, lo que supone un riesgo para el gobierno de Sébastien Lecornu debido a su fragilidad política. Ambas propuestas fueron rechazadas, imponiéndose una mayoría conformada por centristas, conservadores y de extrema derecha.
En Francia muchos lo critican considerándolo negativo, pero en España lo aplauden
La propuesta abanderada por el economista Gabriel Zucman consistía en un impuesto de al menos 2% sobre una riqueza superior a 100 millones de euros para generar ingresos entre 15 000 y 20 000 millones de euros al año. Se presume que afectaría a unas 1800 familias en Francia.
La medida denominada como tasa Zucman fue rechazada en una votación junto a otra propuesta socialista de un impuesto del 3% a patrimonios superiores a los 10 millones de euros, con excepciones para empresas familiares y emergentes. El rechazo de la iniciativa del profesor en la Universidad de Berkeley supone un revés para el débil Gobierno de Sébastien Lecornu.
Existe una tendencia en Francia al rechazo a medidas de esta naturaleza contra personas que son capaces de pagar fortunas para un viaje al espacio, pues en 2017 se suprimió el histórico Impuesto sobre la Fortuna y se sustituyó por un tributo más limitado enfocado en el patrimonio inmobiliario. En cambio, en España la tendencia es contraria, pues se ha buscado mantener el Impuesto Temporal de Solidaridad de las Grandes Fortunas.
Se implementó de manera temporal y así fue llamado, pero al parecer se quedó para siempre
Aunque este impuesto a las riquezas en España fue denominado temporal y así fue aprobado a través de la Ley 38/2022 que entró en vigencia el 28 de diciembre de 2022 y debía mantenerse hasta 2023, la realidad es que todavía forma parte del sistema tributario estatal.
Dicho impuesto fue propuesto con el doble objetivo de recaudar más dentro de un contexto de fuerte inflación y armonizar la fiscalidad autonómica, afectando a residentes y no residentes en España que ostentaran un patrimonio neto superior a los 3 millones de euros. La base imponible de este gravamen para fortunas valoradas en millones de euros es la siguiente:
- 0% para patrimonios menores a 3 millones.
- 1,7% para fortunas superiores a 5,3 millones.
- 2,1% con riqueza hasta 10,7 millones.
- 3,5% con bienes por encima de 10,7 millones.
En conclusión, en algunos países de Europa hay quienes rechazan impuestos a las fortunas porque estiman que se trata de una medida que desincentiva las inversiones y el desarrollo económico, mientras que en otros los consideran necesarios para que haya una justa distribución de cargas tributarias. Así puede verse cómo este tipo de impuesto mantiene a Europa en vilo, pero respecto a las contribuciones de ricos en España no hay debate, pues se impuso el Impuesto Temporal de Solidaridad de las Grandes Fortunas y ahora posiblemente deban cambiarle el nombre porque hay quienes intentan dejarlo en vigencia de manera permanente.
