Todo el mundo conoce al menos una marca de autos, claro, están los normales, los que conocemos todos y hay autos deportivos y por supuesto, los superdeportivos… pero hay otra categoría más silenciosa, que se murmura entre millonarios, coleccionistas y fanáticos. Son autos tan exclusivos que no salen en anuncios, no aparecen en catálogos o grandes flyers, no tienen páginas web o un público específico. Si tienes que preguntar cuánto vale, ya estás fuera del juego.
El auto más exclusivo del mundo
Siendo honestos cualquiera, alguna vez en su vida, ha escuchado de Ferrari. En su sede histórica, ubicada en Maranello, la idea de exclusividad fue llevada a otro nivel: No se trata de vender autos, sino de crear herencias. Pero la entrada a este mundo no se paga solo con dinero… se gana a través de años de relación, pasión y confianza.
Sabemos que los autos son maquinarias y se crean con distintos fines, algunos solo están para competir, otros se coleccionan pero, pocos nacen para contar una historia personal. El coche del que le estamos hablando cae en esta última categoría, no es edición limitada, no es un prototipo técnico. Es algo que va mucho más allá, es más íntimo, más artístico.
Solo a unos pocos les llega la oportunidad de entrar al proyecto único de Ferrari, puede que jamás hayas oído hablar de él, aunque no solo se decide solo el tono o tela del auto, más bien comienzas desde cero; con un boceto hecho a mano, hojas, tiempo sin parar y una idea clara, cada vehículo nace de lo que alguien imaginó. No les dicen compradores, mejor dicho, soñadores con licencia.
Es el momento de presentar al héroe: el Ferrari SC40. Esta pieza, única en el mundo, fue desarrollada para un pedido único y fue forjada por el centro de Ferrari, dirigido por Flavio Manzoni. La parte técnica se remonta a la base del 296 GTB; es un motor térmico V6 con doble turbo, es capaz de ofrecer 830 caballos, acelera desde cero a 100 km/h en poco más de 2,9 segundos y logra una velocidad máxima por encima de los 330 km/h.
Un dibujo que no solo rinde tributo, sino que también cuestiona
Así como los autos están cambiando y despidiéndose de sus motores tradicionales, ahora, te traemos algo que puede sonar familiar y viene del mítico F40, pero no intenta copiarlo. Prefiere dialogar con él, en vez de seguir sus pasos. Líneas tensas, nítidas, poder contenido bajo la piel, aberturas en la chapa que insinúan corrientes de aire vibrando. Un diseño que doma el viento; eso sí, no fue hecho para calles urbanas, simplemente vivirá tras un cristal.
El color de esta máquina, es creado exclusivamente para este modelo, no existe otro igual. Los detalles aerodinámicos, las rejillas abiertas y la firma estética deja en claro que acá no hay reciclaje de ideas: cada trazo fue pensado para ser único. Adentro, la historia es igual, fibra de carbono, costuras artesanales, detalles que no se encontrarán en los modelos más caros de la marca.
Más que un auto, un mensaje
Ahora estamos en la época en donde todo gira alrededor de repetir modelos, o de una forma más amigable, hacer todo igual a como dé lugar. Por eso Ferrari ha dado un paso al frente y tiene ventaja en esta carrera, diciendo: lo único verdadero no sale de una fábrica, nace distinto, no se clona ni repite, simplemente ocurre y basta.
Este modelo no busca ser el más vendido. Llegó porque alguien lo soñó, pensó en algo tan loco que merecía convertirse en metal y fibra. Ferrari no lo dudó, logrando crear un bicho fuera de este mundo y del catálogo, una cosa que no se estaciona en concesionarios, sino en la vida de quien enciende el motor de más de uno.
Sin duda, el Ferrari SC40 es la máxima expresión del lujo y exclusividad, pues no podemos negar que a pesar de ser el sueño de uno, para el resto del mundo, sigue siendo magia. No lo veremos en cualquier avenida. No habrá vitrinas. Pero saber que existe es suficiente para alimentar la imaginación y recordar que, incluso en una industria dominada por algoritmos y electrificación, todavía hay espacio para lo único, no es por nada que Italia ya tiene fecha para el primer Ferrari eléctrico.
