La vida les vuelve a sonreír: Descubren cómo salvarlos de una extinción casi segura

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Publicado el: 12 de junio de 2025
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Extinción

Para salvar a una especie animal de una casi segura extinción se ha trazado una curiosa estrategia que aunque indolora en cierto modo representa una gran pérdida y no solo para el ejemplar, sin embargo, la misma también ha hecho que la inversión destinada a su protección se reduzca, representando esto un incentivo económico.

Esta especie va camino a la extinción por el crecimiento de una parte descomunal de su cuerpo

Existen en el mundo muchas especies de animales que se encuentran actualmente en vías de extinción debido a la contaminación o reducción que puede sufrir su hábitat, mientras que otras ven reducida gradualmente su población debido a la caza furtiva descontrolada.

Los cazadores furtivos han hecho de algunas especies su principal negocio incentivados por un floreciente mercado que impulsa los precios de sus presas o una parte de ellas, porque lamentablemente algunas veces es por una pequeña porción de su cuerpo que son cazados.

Este es el caso de los rinocerontes, una especie endémica del continente africano y sin depredadores naturales, exceptuando a los seres humanos. De hecho, la población de rinocerontes desde hace varias décadas ha venido disminuyendo debido al crecimiento que ha experimentado la comercialización de sus cuernos.

La venta de los cuernos de este fornido animal ha alimentado un negocio multimillonario basado en la caza furtiva controlada por organizaciones multinacionales del crimen organizado. Ante la posible extinción de esta especie se han propuesto diversas estrategias y medidas.

Por unos 15 centímetros de supuestos beneficios para la salud se aniquilan hasta 3 toneladas

La adopción de medidas como el aumento de vigilantes y perros rastreadores ha incrementado la inversión sin alcanzar los resultados esperados y hasta ahora solo una estrategia parece tener éxito: la eliminación del incentivo que tienen los cazadores, es decir, quitarle el cuerno al animal.

Un estudio realizado durante siete años en 11 reservas naturales del Gran Kruger, Sudáfrica, permitió comprobar que el  descornado de los rinocerontes produjo una reducción de la caza furtiva en un 78% y solo requirió del 1.2% del presupuesto asignado a la protección de estos animales.

El material de que se compone el cuerno de este enorme animal es queratina, es decir, el mismo con que están hechas las uñas humanas, por lo que carecen de fundamento científico los supuestos beneficios y hasta efectos afrodisíacos que se le atribuyen a esta parte del cuerpo del animal africano.

La estrategia que ha probado ser en cierto sentido exitosa es la de retirar este grueso corno de la frente del animal mediante un procedimiento veterinario controlado empleando sedación y sin que este sufra daño; sin embargo, tiene el inconveniente que debe repetirse cada 1 o 2 años porque vuelve a crecer.

Una estrategia de eliminación que va directo al frente:  dispuesta a quitarle sentido al negocio

El asunto es que los veterinarios se ven obligados a dejar aproximadamente 15 cm del cuerno para proteger la base de crecimiento, y aun siendo pequeña esta porción de material córneo sigue teniendo un valor significativo para muchos compradores en diversas partes del mundo, especialmente Asia.

En un estudio llevado a cabo entre 2017 y 2023 en el que fueron monitoreados 2000 ejemplares en una región sudafricana donde se encuentra el 25% de la población animal produjo como resultado 2284 rinocerontes descornados y la disminución de la caza furtiva con una cifra de 111 rinocerontes descornados cazados.

Una importante ventaja que tiene el descorne frente al resto de estrategas está vinculada al factor económico, puesto que del presupuesto asignado para la protección de estos animales solo requirió del 1,2%, en tanto que se gastaron 68 millones de euros en las siguientes medidas poco efectivas:

  • Patrullaje con helicópteros
  • Incremento del número de guardabosques
  • Habilitación de cámaras trampa

En conclusión, aunque con el descorne la vida les vuelve a sonreír a los rinocerontes y los salva del peligro de extinción, para algunos cazadores furtivos esto no es suficiente, pues siguen siendo atraídos por la pequeña parte restante de unos 15 centímetros que queda en su frente y que desafortunadamente marcarán su vida.