Las sanciones de los Estados Unidos contra los países petroleros considerados “no amigos” de esa nación han afectado principalmente su transporte por mar, que es el utilizado para las exportaciones. Sin embargo, también tiene afectaciones en los grandes importadores de crudo como China, por lo que está disponiendo de las llamadas “flotas oscuras” para el traslado de cargas energéticas desde Irán. Veamos esto.
China moviliza su flota oscura y pasa desapercibida
Desde hace años, Estados Unidos ha mantenido una serie de sanciones en contra de la industria petrolera iraní que es la principal fuente de ingresos del país. No obstante, en este 2025 las mismas se han endurecido, perjudicando sobre todo lo concerniente a su transporte en los buques cargueros. Esto con el fin de eliminar de un tajo la amenaza que representa el financiamiento de su programa nuclear.
Estas medidas no solo están enfocadas en Irán, sino que también alcanzan en forma indirecta a sus socios comerciales y clientes potenciales todos los cuales dependen de sus exportaciones. Esta situación ha obligado al régimen iraní y a los países importadores de petróleo, especialmente China, a utilizar vías alternativas para esquivar las sanciones sin riesgo, sobre todo, por las represalias estadounidenses.
Una curiosa forma de conducirse por el mar
China, se las ha visto difíciles los últimos tiempos a fin de mantener sus fuentes de suministro energético de su principal socio comercial petrolero como lo es Irán, debido a las sanciones norteamericanas a pesar de que no reconocen este conjunto de medidas tomadas unilateralmente. Pero adicionalmente, ha debido burlar el gran conflicto que se está dando en el Oriente Medio.
En este contexto, la nación asiática está comprando el 90 % de la producción petrolera iraní usando para transportarlo un conjunto de barcos conocidos como su “flota oscura”, la cual se compone de barcos que navegan bajo banderas de países del sur de África, quienes otorgan estos permisos a cambio de compensaciones económicas. De esta forma, el gigante asiático sigue adquiriendo petróleo a Irán a pesar de las sanciones de los Estados Unidos.
Esta flota fantasma transfiere el crudo en alta mar (generalmente mediante una maniobra que se conoce como ship to ship) y así logran evadir la vigilancia. De acuerdo a CBS News, que es el departamento de noticias de la televisora norteamericana CBS, las operaciones de traslado las hacen en aguas internacionales alrededor de Riau, un archipiélago que está al frente de las costas malasias.
De esta manera, los barcos fantasmas llenan sus tanques en los puertos de Irán y después los trasiegan a los buques sancionados, quienes toman rumbo hacia los puertos de China para su descarga final. Se hacen varias de estas operaciones ilegales diariamente, según este medio el día que hicieron el reportaje contaron 10 de estos trasvases, lo que refleja el nivel de alianza entre los dos países.
Y Rusia también tiene su flota fantasma
Con el fin de evadir las sanciones estadounidenses, de la Unión Europea y el Reino Unido, los rusos tienen una flota de hasta 135 barcos tanqueros que operan bajo la modalidad de flota oscura, que sería igual que la China. Casi todos surcan los mares exhibiendo la nacionalidad otorgada por Gabón, que es una nación que se encuentra en la costa de África. Actualmente, se está preparando un paquete de medidas para inhabilitar estos navíos.
Finalizando, la flota oscura de China opera de manera muy efectiva para la importación de petróleo iraní hasta los puertos del país asiático, sorteando las medidas impuestas por los Estados Unidos, que por cierto no reconoce (se sospecha que, previendo una escalada geopolítica, Pekín ha comprado la mitad de la producción de petróleo mundial excedente). Siguiendo el ejemplo de Irán y China, Rusia también tiene su flota fantasma.
