Desde el año 2021 cuando Estados Unidos aprobó la Ley de Trabajo Forzoso de Uigures (UFLPA) se prohibió la importación de productos chinos relacionados con los coches del futuro vinculados al trabajo forzoso de una minoría musulmán en la región de Xinjiang. Sin embargo, en los últimos días se conoció el vínculo de afamadas marcas de vehículos con un proveedor incluido en la lista negra.
¿Cuáles son las automotrices implicadas en el escándalo?
Según el informe del Comité de Finanzas del Senado estadounidense publicado recientemente, existirían pruebas consistentes de algunas fábricas prestigiosas de vehículos radicadas en el país americano que importaron componentes electrónicos de un mercado vetado.
El informe denominado Diligencia insuficiente: Los fabricantes de automóviles son cómplices del trabajo forzado complica a fábricas como BMW, Volkswagen y Jaguar Land Rover, y la repercusión de estos hechos en nombre de los coches del futuro se hizo notar rápidamente en el mercado.
Para el caso de BMW que las acciones han caído considerablemente en la última sesión un 0,65%. en la Bolsa de Valores de Frankfurt , teniendo en cuenta que estos datos representan hasta los 95,27 euros por acción, tras un recorte de la capitalización desde que empezara el año de más del 6%.
Por el lado de Volkswagen han retrocedido un 0,87%, hasta 119,35 euros por título. Los coches del futuro que se fabrican con piezas provenientes del trabajo esclavo serán socialmente rechazados y no tendrán demasiada salida si no se respetan las condiciones dignas de trabajo.
¿Cuáles son las pruebas de importación de piezas para los coches del futuro desde China?
Según los datos revelados por el presidente de la comisión, Ron Wyden, se pudo saber que más de 8.000 unidades de la marca comercial Mini, concretamente su modelo Mini Cooper contenía piezas correspondientes con los coches del futuro de un exportador prohibido.
Adicionalmente, la comisión descubrió que un proveedor de piezas de California llamado Bourns Inc importó componentes de la empresa Sichuan Jingweida Technology Group (JWD), incluida en la lista negra el pasado diciembre por sospechas de contratación de mano de obra esclava.
En este sentido, Bourns Inc. proveedor de BMW y Jaguar Land Rover, ratificó la importación de transformadores LAN desde JWD y se le hizo saber a las compañías automotrices, aunque desde Jaguar Land Rover no han salido a hacer ninguna declaración al respecto.
Sin embargo, desde la compañía Volkswagen revelaron en enero de este año que un envío particular de sus vehículos contenía artículos producidos por JWD y confirmó que varios miles de Porsche, Bentley y Audi fueron retenidos en puertos estadounidenses por este motivo.
Repercusiones del escándalo de las firmas automotrices
Para aliviar la tensión y proteger el prestigio de las firmas, cada una de las fábricas implicadas se ha hecho eco de las repercusiones y las consecuencias en el mercado bursátil, y han declarado hacer todo lo posible por mitigar este daño en favor de la defensa del trabajo ético en la fabricación de los coches del futuro.
No obstante, este escándalo ha puesto en el centro de la discusión la falta de autocontrol administrativo de las compañías automotrices y la transparencia en la cadena de producción de suministros a nivel global. los derechos laborales.
Sin embargo, las normas y el control por parte de los gobiernos son fundamental para velar por el cumplimiento de las condiciones legales de trabajo. La solicitud a Aduanas y Protección de Fronteras para que refuerce las medidas de control son urgentes, se expidió Ron Wyden.
Mientras tanto, la urgencia de tomar cartas en el asunto por parte de todos los actores implicados en la cadena de producción de los coches del futuro así como los que crean, regulan y vigilan las normas legales es innegociable. La defensa del trabajo justo y ético forma parte del planeta sostenible que queremos para hoy y la posteridad.
