A pesar de que en los últimos años se ha mantenido que los coches eléctricos son la mejor opción para el cuidado del ambiente, en lo que se refiere a su cadena de suministros no siempre es así. Un ejemplo es la destrucción de bosques para conseguir materia prima. Veamos un caso.
La tribu Hongana Manyawa y el níquel para los coches eléctricos
Esta era, hasta hace poco, una de las escasas tribus aisladas que habitaban la isla de Halmahera en Indonesia. Se estima que hay unos 500 miembros aislados por su voluntad y unos 3.000 que fueron contactados en los años 80 y que aún mantienen lazos con la civilización.
El níquel es un mineral fundamental en la construcción de las baterías para los coches eléctricos, y como la región es rica en yacimientos de este metal y su demanda ha ido en constante aumento, las grandes empresas de explotación minera han volcado su atención en esta isla.
Los coches eléctricos, ¿realmente son sostenibles?
Aunque pareciera que la explotación de estas reservas de níquel trae beneficios a la comunidad, en realidad no es así. Más bien es el fraude más grande de la historia, ya que, en el caso de esta tribu, les ha significado hundirse en un fango de miseria y escasez.
Esto los ha llevado a acercarse a los mineros que arrasan sus tierras, no para intentar detenerlos, sino para pedirles ayuda y alimentos, ya que sus tierras, cada vez más reducidas, no son capaces de suplir sus necesidades.
Survival International, una ONG que actúa en favor de los pueblos originarios, también manifiesta que muchos de estos aborígenes mueren no solo de hambre, sino también por enfermedades traídas por los mineros contra las que sus cuerpos no están inmunizados.
Survival ha obtenido declaraciones de varios miembros de la tribu Hongana Manyawa quienes les han dicho, e incluso lo tienen documentado en videos, que su pueblo está padeciendo de hambre y otras necesidades debido a la tala en su tierra para la minería.
Weda Bay Nickel, una de las mayores empresas mineras que operan en la zona, dice que las áreas que les dieron en concesión están muy alejadas del territorio de la tribu. Pero Survival desmiente esta declaración, poniendo en entredicho la sostenibilidad de los coches eléctricos.
Según ellos, han tenido acceso a documentación interna donde antropólogos, contratados por la misma compañía, avisaron sobre la presencia de los Hongana Manyawa en el área, lo que indicaba que las actividades se estaban realizando en tierras habitadas por esta tribu.
Asimismo, Tesla, la gigante en la fabricación de coches eléctricos, ha establecido acuerdos económicos y estratégicos con empresas filiales y conectadas con Weda Bay Nickel y el gobierno indonesio para comprar níquel y cobalto extraídos de las islas.
En este sentido, Tesla ha dejado clara su posición de que exigen que sus proveedores de materia prima de minería tengan consentimiento informado por parte de los representantes de los pueblos originarios de cada zona donde llevan a cabo sus operaciones.
Una concesión bien concebida es la solución
En 1998, el corrupto dictador militar Suharto, que para entonces gobernaba Indonesia, dio en concesión a Weda Bay Nickel, 45.000 hectáreas de estas islas. Pero debido a que en los años subsiguientes los precios del níquel cayeron, el proyecto fue suspendido hasta 2017.
Con estos antecedentes, y debido a que en su momento las tribus no fueron llamadas a compartir beneficios, la solución a esta problemática sería una nueva concesión, pero con la participación igualitaria de todas las partes.
En resumen, Tesla necesita para la construcción de los coches eléctricos minerales como el níquel y el cobalto, pero sus proveedores no siempre muestran una actitud ética, por lo que ahí está el fraude y cómo te han timado todos estos años al hablar de sostenibilidad.













