Cuál consume muchísimo más entre la freidora de aire y el horno eléctrico: Cómo ahorrar energía en la cocina

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Publicado el: 1 de noviembre de 2025
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Nos hemos vuelto cada vez más dependientes de la electricidad, sin embargo, eso trae grandes problemas para nuestro planeta y también para nuestros bolsillos, por lo que es de suma importancia encontrar nuevas formas de ahorrar y la cocina no es la excepción, pues utilizar aparatos eléctricos para cocinar, puede disparar enormemente el consumo. En los últimos años, la freidora de aire ha llegado para quedarse, prometiendo comidas más ligeras y rápidas, pero ¿consume más o menos que el horno de toda la vida?

Freidora de aire vs horno eléctrico

La luz es cada vez más costosa, así que cocinar se ha convertido en una decisión que afecta directamente a nuestro bolsillo. Entre la placa, el horno tradicional y la freidora de aire, la cocina es el nuevo campo de batalla del ahorro, pero ¿Realmente una freidora es mejor opción que un horno eléctrico?  La verdad es que ambos cocinan con aire caliente, pero su manera de trabajar marca una gran diferencia.

La freidora de aire funciona como un horno en miniatura. Su secreto es hacer circular el aire caliente a gran velocidad dentro de un espacio muy pequeño, cocinando todo de forma rápida y uniforme. El horno tradicional, en cambio, calienta un espacio mucho más grande y, por lo tanto, necesita mantener la temperatura durante mucho más tiempo. Y aquí está el punto clave: cuanto más grande es el espacio a calentar, más energía se gasta.

Poniendo los datos sobre la mesa

Lo mejor que podemos hacer para cuidar nuestro planeta y nuestros bolsillos, es ahorrar en electricidad, sobre todo si no tenemos sistemas de energía renovable como estas maravillosas tejas solares. Pero, para poder ahorrar, debemos saber cuales son los aparatos que más energía consumen, sobre todo si se trata de electrodomésticos que usamos diariamente para cocinar, pero entre el horno y la freidora ¿Cuál gasta más?

La Freidora de aire consume, en promedio, entre 1000 y 1800 vatios, mientras que el horno eléctrico tiene una potencia mucho más alta, entre 2000 y 5000 vatios. Esto significa que si usamos la freidora y el horno por la misma cantidad de tiempo, el horno gastaría más del doble de electricidad. ¡Pero eso no es todo! Porque también debemos considerar la eficiencia, es decir, cuánto gasta cada uno para hacer el mismo trabajo en el mismo tiempo.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), demostró que para cocinar un pollo de 1,3 kilos, la freidora gastó menos de la mitad de electricidad que el horno, ¡y lo hizo en casi media hora menos! El horno consume mucho para calentar y mantener su gran espacio, mientras que la freidora concentra esa energía en un volumen pequeño, logrando el mismo resultado con mucha menos electricidad. Básicamente la freidora te ahorra dinero y tiempo.

Trucos para ahorrar más dinero

La gran ventaja de la freidora de aire es su tamaño pequeño y su diseño hermético. Al ser un compartimento compacto, el calor se concentra y permite alcanzar hasta 200 °C en minutos, lo que reduce el tiempo de cocción. Por esto, para raciones pequeñas, la freidora gana por goleada. En cambio el horno necesita entre 10 y 15 minutos solo para calentarse antes de empezar a cocinar, tiempo que se cobra en la factura.

Ahora, si necesitamos cocinar grandes cantidades o platos voluminosos, el horno sigue siendo la mejor opción, pero en ese caso es mejor optar por los hornos modernos. Los modelos eficientes de clase A o B y los que tienen ventilador interno pueden consumir hasta un 60% menos que los antiguos. Si aprovechamos el horno para hacer varios platos a la vez, el gasto por ración se vuelve más competitivo.

Recordemos que la eficiencia no solo depende de qué aparato usemos, sino de cómo lo hagamos, de hecho, hay trucos sencillos que pueden reducir el consumo como aprovechar el calor residual.  Apaga el horno o la freidora unos minutos antes de terminar la cocción. El calor que queda dentro es suficiente para que la comida se termine de hacer sin gastar más luz. Y ¡ojo! No abras la puerta a cada rato, ya que se gasta energía innecesariamente.

Sin duda, la freidora de aire ha traído eficiencia a la cocina, pues es compacta, rápida y consume menos de la mitad de electricidad que el horno. Pero recordemos que el verdadero ahorro está en cambiar nuestros hábitos. Si usamos el calor residual y evitamos abrir la puerta constantemente, podemos disfrutar de la cocina sin que la factura de la luz se convierta en una pesadilla. Pero si quieres ahorrar aún más dinero, quizá deberías optar por un sistema de energía limpia como estas pequeñas turbinas que te darán 600 kW al año.