El mundo en estos tiempos se caracteriza por estar en una permanente búsqueda de energías que sean cada vez más eficientes pero sostenibles y ecológicas. Por lo que la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías están a la orden del día. En el caso de los aparatos domésticos, es el frigorífico el que mayor consumo tiene. Pero ahora se nos presenta uno que viene a dar solución. Veámoslo.
Hannover Messe: el frigorífico que no necesita electricidad
El problema del frigorífico es cómo extraer y eliminar el calor de la cámara de refrigeración, por eso es que usan el refrigerante que lo lleva hasta el exterior. Este problema ha sido resuelto usando materiales elastocalóricos, aunque es importante destacar que para ponerlo en marcha hace falta un pequeño impulso eléctrico después del cual el método actúa en forma cíclica e infinita.
Esta tecnología se basa en la eliminación del calor de la cámara de refrigeración, estirando y liberando cables hechos de nitinol superelástico, el cual es un conocido elastocalórico también llamado “músculo artificial”, que se compone de titanio y níquel. Opera con los cables absorbiendo calor, se “estiran” y luego lo liberan en el exterior “encogiéndose”.
En detalle… ¿cómo funciona este frigorífico sin electricidad?
Para trasladar el calor al exterior, se aprovecha de una propiedad de los músculos artificiales, que es la “memoria de forma”, por lo que recuerdan su forma original y la toman después de haber sido estirados. Esto porque el nitinol hay dos redes que se transforman. Las cuales cambian de fase siendo ambas sólidas. Durante las transiciones de fase, los cables liberan y nuevamente toman calor.
De esta manera se obtienen diferencias de temperaturas de hasta 20 °C, con respecto a la temperatura interior. Lo cual es un número bastante respetable.
Este proceso es muy eficiente, de hecho es diez veces más eficiente que el que se usa actualmente en el frigorífico y equipo de aire acondicionado. Por eso es que la Comisión de la Unión Europea y el Departamento de Energía de EE. UU. consideran que esta tecnología es la más prometedora a ser usada en el futuro, además tiene carbono negativo por no usar electricidad.
Sin embargo, la electricidad no está del todo eliminada del método, por cuanto hace falta un impulso eléctrico para que inicie el proceso. Luego, no se requerirá más de esta a menos que por alguna razón se detenga y haya que reiniciarlo.
Por otra parte, los elastocalóricos aumentan su eficacia si se tienen agrupados varios de estos cables en un mismo espacio. Puesto que, al aumentar su área, tienden a liberar y a absorber más calor. Lo mismo sucede si incrementas su “calibre”, aunque también aumentarás la superficie necesaria. Además, significa un gran ahorro de dinero en la reducción de facturas por electricidad.
Las aplicaciones de esta tecnología en el futuro
Una de las propiedades es que los elastocalóricos no solo tienen aplicación en un frigorífico, sino como calefactor utilizando el proceso inverso de absorción y liberación del calor. En ambos casos, también pueden climatizar áreas de gran tamaño.
Por otra parte, existen otros muchos potenciales usos. Si hablamos del proceso de enfriamiento, el refrigerador es solo el principio puesto que los elastocalóricos representan una gran innovación en la eficiencia energética doméstica e industrial.
Incluso, tienen aplicaciones en la climatización de coches eléctricos, refrigeración y calefacción de casas, enfriamiento y calentamiento por zonas, entre otros.
Este avance tecnológico no solo implica un frigorífico sin electricidad, sino una promesa de mejora frente a la escasez energética, cambio climático, cuidado medioambiental y a la necesidad cada vez más urgente de sistemas de calefacción y refrigeración que sean sostenibles.
