Quién iba a creer que de los restos del combustible nuclear derretido en la central de Fukushima se encargaría un robot teledirigido. Aquí te contamos todos los detalles de la odisea recientemente llevada a cabo y la importancia de la misma.
Regresar a la central de Fukushima luego del accidente solo podía hacerlo un robot
Después de aquel devastador 11 de marzo de 2011 las condiciones en las que quedó la central harían imposible para cualquier persona ingresar y verificar el estado de la infraestructura de la planta.
Uno de los puntos álgidos había sido hasta ahora poder retirar parte del material en el reactor número 2 con el fin de llevar a cabo una evaluación apropiada de la radioactividad presente.
Recientemente esta hazaña ha sido lograda por un robot a control remoto empleado en las exploraciones que se encuentra realizando la empresa Tokyo Electric Power Company Holdings (TEPCO), administradora de la planta.
Crear una familia de robots ha sido parte de la solución
Debido al alto riesgo que significan los elevados niveles de radiactividad en la central TEPCO ha optado por desarrollar una serie de robots con circuitos capaces de soportar la radiación y aditamentos que le permitan acercarse a las áreas más peligrosas para recolectar con mucha seguridad las muestras.
En efecto, el robot que ha podido entrar a la central se llama «Telesco» y en su estructura destaca una especie de caña de pescar que tiene como parte de su brazo y que le permiten asir cosas sin ninguna dificultad.
De lo que extrajo el robot de la planta depende el futuro de la energía nuclear
Con su brazo especial Telesco ha podido tomar un trozo de 5 mm de diámetro y aproximadamente 3 gramos del combustible del reactor, algo que jamás podría haber hecho una persona debido a los altos niveles de radioactividad.
Se trata de una hazaña sin precedentes porque la radiación también afecta los sistemas robóticos y en esta ocasión este robot controlado a distancia pudo superar la distancia y acercarse con su caña de pescar al trozo de combustible en cuestión.
De acuerdo con lo publicado en Interesting Engineering, será la primera vez que es evaluado este combustible desde que ocurrió la fusión del reactor en 2011, lo que servirá para obtener valiosa información sobre el accidente y sus consecuencias.
Del manejo de la muestra al análisis revelador: un camino iniciado en 2011
El trozo de combustible derretido depositado en un recipiente de contención principal en el reactor, luego de ser tomado por el robot, fue trasladado hasta un contenedor herméticamente sellado.
Posteriormente, dicha muestra será sometida a diversas pruebas de laboratorio con el fin de determinar las condiciones en las que quedó la central nuclear luego del terremoto y tsunami que afectaron el sistema de refrigeración y produjeron las posteriores explosiones.
En resumen, las pruebas efectuadas al trozo de combustible extraído del reactor de la central siniestrada permitirá obtener información acerca de:
- Niveles de radioactividad en los materiales
- Proceso de degradación de los materiales
- Procedimientos de seguridad para limpiar la planta
Un objetivo clave será establecer los pasos para deshacerse de los restos del combustible que se fundió en los reactores y de los cuales se estima una cantidad de 800 toneladas aproximadamente.
Según Akira Ono, director de la planta nuclear, el análisis de los 3 gramos de combustible extraídos de la central proporcionará los datos necesarios para la secuencia de desmantelamiento e incluso valiosa información sobre el diseño de robots eficientes para las tareas de evaluación de accidentes nucleares.
En conclusión, el que se haya encontrado un robot capaz de ingresar a una planta nuclear de alto riesgo como la central de Fukushima es un avance transcendental en el enfoque evaluativo y procedimental de instalaciones nucleares accidentadas.








