La crisis energética viene afectando a todos en España la cual, en su mayor parte, es una consecuencia del cambio climático, puesto que causa incremento en el gasto de energía. Una ONG como Greenpeace realiza experimentos a fin de alertar sobre esta situación, como este que no nos trae buenas noticias.
La pobreza energética: un concepto de Greenpeace que nos afecta a la mayoría de los españoles
Este empobrecimiento energético se refiere a que debemos pagar más dinero por mantener nuestro hogar a una temperatura confortable. Lo peor es que casi nunca nos damos cuenta, puesto que estamos acostumbrados a asumir estas tarifas que son exorbitantes por el derroche de energía en nuestros hogares.
Esto lo viene advirtiendo Greenpeace desde hace algún tiempo, solo que no se le había prestado la atención debida. Ante la actual lucha contra el cambio climático, los diversos análisis le dan la razón. Para confirmar, esta ONG ha hecho un curioso experimento en diversos hogares españoles y estos son los resultados.
El experimento hecho por esta ONG: despierta curiosidad y temor
La ONG ecologista Greenpeace ha publicado en la Semana Europea de la Pobreza Energética un informe con los resultados de un curioso experimento que realizaron. El mismo consistió en la toma de imágenes con una cámara termográfica / térmica en varias edificaciones residenciales en diferentes ciudades.
Específicamente, fue en las ciudades de Madrid, Ávila, Valladolid y Zaragoza donde se tomaron estas lecturas en edificios de apartamentos familiares. Todo ello le permitió hacer un interesante descubrimiento (parecido al bulo que desveló sobre lo que España estaba anunciando al mundo referido a la energía verde).
Estas imágenes hacen ver que, en todas las viviendas sin excepción, hay importantes pérdidas de calor, incluyendo en las edificaciones que las contienen. Lo que llama más la atención, es que esta pérdida no solo se da en viviendas multifamiliares construidas hace algunas décadas atrás sino también en otras modernas.
Entre las que se cuentan muchas que tienen menos de cinco años de vida. Esta situación es causa de afectaciones en el confort de los miembros de la familia y de empobrecimiento energético ya que, por lo cuantioso de la factura, hay pérdida del poder adquisitivo de la familia. Estas últimas son dadas por diversos sitios.
Los cuales son identificados por las fotografías termográficas. Entre ellos destacan las fugas de calor por las ventanas, por aislamiento defectuoso en las paredes y por el forjado estructural de la edificación. De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística (INE), el 41 % de la población está en situación de pobreza energética.
Lo que equivale a más del doble de la media de Europa que es el 19,4 %. Viendo estos números un poco más de cerca, Greenpeace señala que el gas aumentó un 61,4 % en un año y la electricidad un 30 % con respecto al 2024 cifras que agravan el empobrecimiento de los habitantes de España.
La mejor solución para la pobreza energética y el ambiente
Greenpeace propone que, para luchar contra este empobrecimiento energético que nos afecta y que produce una mayor cantidad de gases de efecto invernadero emitidos al ambiente, se mejore la hermeticidad estructural de las casas y su descarbonización a través de la preferencia por energías renovables.
Para esto es necesario, igualmente, reducir o erradicar la dependencia del gas. El gobierno debe reorientar el financiamiento de los combustibles fósiles hacia la estructura de las energías verdes. Por otra parte, es necesario crear conciencia entre los constructores de infraestructuras residenciales.
En conclusión, Greenpeace hace un experimento que demuestra los motivos de empobrecimiento energético que poco a poco nos van afectando a todos en España (esta situación nos puede llevar a la proliferación de esta energía maldita aunque por ahora está desapareciendo de la península).













