El hormigón es el material más utilizado en el sector de la construcción, tanto en el exterior como en el interior de las edificaciones. Una de sus desventajas es que produce una huella de carbono y no es sostenible. Pero eso es hasta que se inventó el “hormigón verde”, que te presentamos.
Una solución verde para el entorno urbano
La startup Respyre es una empresa ubicada en Holanda que se dedica a la investigación y creación de elementos innovadores para la industria de la construcción. Su último aporte es el Hormigón Bio Receptivo, un hormigón verde donde puede crecer y asentarse el musgo.
Este material posee las características especiales y nutrientes necesarios que, combinados con un ambiente muy favorecedor en la superficie donde es aplicado, permite que el musgo crezca y se multiplique, dando así un entorno urbano verde y de aspecto ecológico muy atractivo.
Paredes en casa con vida propia gracias al Hormigón Bio Receptivo
El Hormigón Bio Receptivo, u hormigón verde, aplicado sobre cualquier superficie en las paredes, techo o suelo, crea el entorno perfecto para el crecimiento del musgo. Posee características únicas e ideales de acidez, nutrientes, retención de agua y porosidad que se combinan con la mezcla.
Así, se crea el ambiente adecuado para que el musgo se desarrolle. Lo increíble es que su dureza y resistencia no se ven alteradas, manteniendo estos atributos iguales a los materiales convencionales. Puede ser usado no solo en superficies sino también en la elaboración de losas de pavimento.
Cuando se endurece, se adapta al musgo en crecimiento. Es de notar que esta planta no es vascular, por lo que no tiene raíces, tallos ni hojas. Estas propiedades son muy beneficiosas para la industria de la construcción.
Sobre todo, la carencia de raíces porque se fijan en cualquier superficie sin romper. En lugar de estas partes, tiene los llamados rizoides, que no son destructivos y funcionan como una especie de adhesivo natural. En este sentido, el Hormigón Bio Receptivo favorece su crecimiento y desarrollo.
Al formar un sustrato que, mientras endurece, se va adaptando a los rizoides, cubriendo sus necesidades nutricionales. Pero si se quiere disfrutar del musgo en las paredes en menor tiempo, existe la opción de injertarlo, incluso de especies distintas, tomando en cuenta que hay variedad.
Oportunidades de uso y sus beneficios
De acuerdo a lo reportado por la compañía que lo creó, es como un bosque aislante que transformará tu casa. Igualmente, se puede usar como yeso sobre una pieza de este material vertido en el sitio o prefabricado en infraestructuras nuevas o existentes en cualquier lugar y clima.
Cuando el musgo es injertado, en cuestión de dos meses ya habrá cubierto el área. Por otro lado, no se requiere de un anclaje o sistema de fijación para este manto ecológico, contrario a los jardines tradicionales o verticales que sí necesitan de esta estructura.
Y combinando su funcionalidad como elemento de construcción y la decorativa, es mucho más barato. Asimismo, toda superficie cubierta por un manto de musgo es un pulmón autónomo en la ciudad, creando un entorno verde muy agradable y… ¡ciudades vivas que están respirando!
Tanto la producción del material, su preparación y uso son procesos ecológicos, sostenibles y muy amigables con el ambiente. Por lo que es una apuesta segura por el manejo natural de los recursos libre de emisiones de CO2.
En resumen, este elemento verde es un gran avance en la construcción sostenible que ayudará a que vivamos en entornos urbanos más naturales y en ciudades que respiran para nuestro propio beneficio y el de las generaciones venideras. Solo nos queda esperar a que esté disponible para la venta.













