La inteligencia artificial se vuelve peligrosa: se alimentará de esta temida energía

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Publicado el: 18 de diciembre de 2024
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La energía nuclear es tan poderosa como temida por diversas razones, e igual o más temor provoca el poder y alcance que puede llegar a tener la inteligencia artificial, si se unen ambas el resultado solo puede ser terror extremo.

Proyectos de inteligencia artificial que impulsan la energía nuclear

Debido a la necesidad de reducir la huella de carbono y además frenar la dependencia de combustibles fósiles en poder de proveedores poco confiables, actualmente está en boga la transición hacia energías limpias, entre ellas la nuclear.

Bajo estas circunstancias no resulta extraño que grandes corporaciones necesitadas de fuentes energéticas estén interesadas en recorrer el camino de la transición energética y ese es el caso de Microsoft que busca reabrir la central nuclear Three Mile Island.

Para la reapertura de las instalaciones nucleares ubicadas en Pensilvania la audaz compañía de Bill Gates ha firmado un contrato de 20 años con la empresa estadounidense del sector energético Constelación Energy, la operadora de reactores más grande del país.

Es la primera vez que la compañía de Gates realiza una operación de esta naturaleza donde adquiere suministro energético nuclear para su IA y esto conllevó a que las acciones de Constelación Energy se dispararan en un 16%.

La IA de Microsoft que funciona con suministro energético nuclear

La electricidad generada en la planta que ha estado fuera de operaciones desde 2019 y que alcanza los 835 MW de energía limpia será utilizada durante dos décadas para satisfacer los requerimientos energéticos del centro de datos de la IA de Microsoft.

Esta iniciativa es un indicador de la ingente cantidad energética requerida por la IA y que pone a la fuente energética nuclear en el centro de interés, luego de que muchos de los reactores hayan sido cerrados por motivos de seguridad o económicos.

En los últimos diez años más de 12 instalaciones nucleares fueron cerradas frente a la alternativa de los combustibles fósiles, sin embargo, ahora la situación se ha revertido. El consumo de hidrocarburos es contraproducente debido a sus efectos climáticos, mientras que la fuente energética nuclear es limpia y renovable.

Sin embargo, la alternativa sigue teniendo como contrapeso los riesgos que entraña la puesta en operación de las centrales. De hecho, no es el destino que se le dará a la producción energética de la central lo que preocupa a muchos, sino el hecho de que en estas instalaciones, hace 45 años se produjo un accidente en la unidad 2, por lo que desde entonces sólo está operativo el reactor número 1. La planta con un solo reactor funcionando fue cerrada posteriormente por no ser viable económicamente.

Para completar el cuadro de temores basta señalar que se trató del peor accidente nuclear en Estados Unidos y ocurrió hace 50 años, dejando una desagradable sensación del peligro que entraña el manejo de este tipo de energías.

Los centros de datos se comerán toda la producción de la planta

La inversión que requiere la reactivación de Three Mile ronda los 1.600 millones de dólares y una vez que esté operativa toda su producción será vendida al gigante informático. Constellation Energy Corp, la propietaria de la central y operadora de reactores más grande del país, considera que con dicha inversión las instalaciones volverán a estar operativas para 2028.

De acuerdo con Bobby Hollis, vicepresidente de energía de Microsoft,. la producción de esta central estará disponible para el funcionamiento de la gigantesca red mundial de datos de Microsoft, principalmente sosteniendo la expansión en centros como:

  • Chicago
  • Virginia
  • Pensilvania
  • Ohio

Entre los planes de Bill Gates está alcanzar para 2030 con emisión negativa de carbono el completo abastecimiento energético para su línea de productos vinculada a la IA.

En conclusión, a los temores que se tienen sobre el alcance e implicaciones de la inteligencia artificial se suman ahora los riesgos que entrañan las operaciones de las centrales nucleares con cuya producción se buscará satisfacer su demanda energética.