En cada país hay lugares remotos de difícil acceso en torno a los cuales se tejen mitos y leyendas que alimentan la fantasía, llegando a convertir a ese territorio en una atracción para aquellos de espíritu inquieto que tienen la intención de vivir todas las aventuras posibles. Por eso no resulta extraño que la isla «fantasma» de España haya quedado al descubierto, ahí viven 700 personas y casi nadie la conoce.
Actualmente siguen existiendo misterios en el mar
El mar es uno de los grandes misterios que no ha podido ser conquistado totalmente por los seres humanos, pues su propia naturaleza le permite mantener escondidos numerosos tesoros que esperan ser descubiertos. A lo largo de la historia, millones de aventureros se han lanzado a sus aguas con la finalidad de realizar nuevos hallazgos, pero en muchos casos tuvieron que regresar con las manos vacías.
Incluso, muchos de esos viajeros ni siquiera volvieron, por eso no resulta extraño que en la actualidad todavía no haya sido posible descubrir todos los secretos que se esconden en los grandes océanos de nuestro planeta, que comprenden aproximadamente el 70% de su superficie. Pero ahora, la isla «fantasma» de España quedó al descubierto, es un paraíso donde viven 700 personas y casi nadie la conoce.
La Graciosa por fin tiene su merecido reconocimiento
La Graciosa era considerada solo como un islote del archipiélago Chinijo, hasta que a partir del año 2013 los gracioseros, liderados por Miguel Ángel Páez, su ciudadano más prominente, decidieron que era el momento de que España les concediera su lugar. Finalmente, el 26 de junio de 2018, la Comisión General de las Comunidades Autónomas del Senado les otorgó el reconocimiento como la octava isla de Canarias.
El camino recorrido fue largo, y comenzó cuando fue descubierta a finales del siglo XV en plena era de los exploradores, pero su población se asentó hacia 1880, cuando se instaló allí la factoría de salazón de pescado que atrajo a algunos habitantes de zonas cercanas. Actualmente, posee dos pequeñas poblaciones, Pedro Barba, que fue su primer lugar habitado, y la más importante, que es Caleta de Sebo.
Esta última es su capital insular, que alberga a la mayoría de las 700 personas que viven allí. Su superficie total es de 29 km2, y fue nombrada Parque Natural y Reserva Marina en 1986, por lo cual la mayor parte de su territorio permanece prácticamente virgen, de hecho, es uno de los escasos territorios que no han sido tocados por el asfalto (y es tan hermosa como esta que ésta entre las 10 mejores del mundo).
Desde finales del siglo pasado, los gracioseros notaron que los turistas se interesaban por su islote, y esto fue lo que detonó el movimiento que les permitió ser reconocidos como isla para gestionar esta actividad y el cuidado del medioambiente. Este octavo miembro de Canarias contribuye a posicionar a España como un destino turístico donde se disfruta de diversas regiones en su forma más pura y natural.
La «isla fantasma» de España tiene su lugar en Canarias
Todavía en esta época, existe lo que podría ser considerado como un lugar «fantasma» en España, se trata de Graciosa, la octava isla de Canarias. Este es un pequeño paraíso al que se puede llegar en un ferry que sale de Lanzarote, donde se puede disfrutar de diversas clases de atracciones turísticas como volcanes, diferentes clases de playas salvajes, formaciones naturales como sus corales anaranjados y mucho más.
En definitiva, La Graciosa fue un islote que logró obtener su merecido reconocimiento como la octava isla de Canarias debido a la perseverancia de sus habitantes. Con eso buscaban gestionar de la mejor manera la actividad turística y el cuidado de su medioambiente, el mayor tesoro, pues fue su belleza natural prácticamente virgen lo que permitió que fuera descubierta (como estas islas secretas de España que busco Julio Verne).








