La geografía de nuestro país es una caja de sorpresas, tanto para los turistas como para nosotros mismos. ¿Sabías que hay una isla española que no siempre nos pertenece? Como lo has leído, y es que se la cedemos a otro país durante varios meses al año. Es una curiosidad tan enigmática y fascinante como este pueblo español que la OMT considera como el mejor del mundo.
España, un país con islas desconocidas: hay algo más allá de Canarias y Baleares
Probablemente, al preguntarnos por el número de islas en España, pensemos en las familiares Canarias y Baleares. No obstante, nuestro país alberga 179 islas e islotes, algunas apenas visibles en el mapa pero fundamentales en nuestra geografía.
La diminuta de Tabarca, con 51 habitantes, o la histórica de Ons, antes refugio de piratas, son solo dos ejemplos. Incluso el islote Perejil, mucho más conocido por la guerra que mantuvimos con Marruecos. Adentrándonos en este mosaico insular, descubrimos que cada rincón cuenta su propia historia.
La de Ons, integrante del Parque Nacional de las Atlánticas, fue en tiempos un refugio para piratas que asolaban las costas gallegas. En el otro extremo, frente a Águilas, en Murcia, se yergue la curiosa del Fraile, testigo silente de las vicisitudes del tiempo.
Pero incluso en las Canarias, donde a menudo pensamos en términos de archipiélagos bien definidos, hay sorpresas. El Chinijo, formado por varios islotes, casi comparte espacio con otros hundidos, entre los que destacan las Abuelas, las Madres, las Hijas y las Nietas.
La isla española que compartimos con Francia: un caso único en el mundo
Entre estas maravillas, destaca la de los Faisanes, una joya fluvial de menos de 7.000 metros cuadrados que desafía las convenciones. Deshabitada pero compartida, este diminuto territorio alterna su lealtad cada seis meses entre España y Francia.
Un condominio peculiar que, pese a sus carteles explicativos, podría pasar desapercibido. Su estatus internacional, inmutable desde 1901, refleja una danza fronteriza única que culmina con ceremonias militares y el cuidado diario a cargo de los ayuntamientos de Irún y Hendaia.
Esta alternancia de identidad territorial es una rareza en la cartografía mundial, convirtiendo a la de los Faisanes en el condominio más pequeño del planeta. Mide menos de lo que algunos considerarían una «isla completa», pero su historia es monumental.
Durante medio año, de agosto a enero, ondea la bandera tricolor francesa sobre su suelo, solo para ser reemplazada por la rojigualda de España de febrero a julio. Aunque sus dimensiones son modestas, su importancia trasciende su tamaño físico. En 2018, una ceremonia militar marcó el traspaso de jurisdicción.
Un caso no tan ejemplar: cierre de fronteras y hasta muertes
A pesar de su historia pintoresca, la Isla de los Faisanes no ha escapado a los retos contemporáneos. Desde 2021, un puente peatonal que conecta ambos países permanece cerrado, supuestamente por medidas interiores del país, pero acusado de algo más que ha desencadenado muertes de quienes intentaban llegar.
Mientras esta pequeña porción de tierra experimenta la alternancia de identidad cada seis meses, a escasos kilómetros, un puente que solía unir a dos naciones permanece cerrado desde 2021. La razón oficial, medidas antiterroristas; la realidad, según denuncias de ambos lados del río Bidasoa, apunta a los migrantes.
Desde entonces, una decena de personas ha perdido la vida intentando cruzar la frontera, la mayoría ahogadas en el Bidasoa. El hecho de que no se pueda acceder al interior de la Isla de los Faisanes no quiere decir que no se pueda ver desde la frontera de ambos países.
Esta isla española demuestra cómo los problemas geopolíticos pueden tener una solución más allá de las guerras y los enfrentamientos que, después de todo, no llevan a ningún sitio. Sin embargo, te interesará saber que no es el único pedazo de tierra que fascina a todo el planeta. Los físicos se quedaron pasmados al descubrir la isla que, según ellos existe, aunque nadie ha visto jamás.








