El ecologismo ha ido ganando fuerza desde que llegó como una moda que creíamos pasajera —aunque en ocasiones no lo comprendamos, como cuando se enfrentaron a este combustible renovable—. Una de las pruebas está en esta isla renovable, que fundaron personas concienciadas con el cambio climático. ¿Lo más extraño de todo? Cómo consiguieron el dinero, que no te creerás.
La primera isla 100 % renovable: no fue El Hierro, y tampoco Tokelau
Si eres asiduo a nuestros contenidos, recordarás que hemos abordado algunos casos que constituyen todo un ejemplo para nuestro modo de vida. La isla de El Hierro fue la primera de Occidente en producir el 100 % de su electricidad con paneles solares y generadores eólicos.
Por su parte, Tokelau fue aquella isla hueca de la que recordarás que hablamos hace poco. Generó toda su energía con fuentes renovables, igual que en el caso anterior. Sin embargo, en este caso se trató de un país entero (aunque asociado con Nueva Zelanda, tiene autonomía y se considera como tal).
La isla de Eigg, ubicada en las Hébridas Interiores de Escocia, es un ejemplo único de transición energética. Con menos de 100 habitantes, esta pequeña isla logró convertirse en la primera comunidad de Escocia abastecida 100% con energías renovables.
Eigg pasó de depender del diesel contaminante a ser autosuficiente con energía eólica, solar e hídrica. Este cambio no solo redujo drásticamente las emisiones de la isla, sino que empoderó a la comunidad y les permitió tomar el control de su propio suministro energético.
La ubicación y la historia de la isla Eigg, la primera renovable de la historia
La isla de Eigg está situada en la costa oeste de Escocia, en el archipiélago de las Hébridas interiores. Se accede a ella en ferry desde el pueblo de Mallaig, ubicado a unos 50 kilómetros al noreste. ¿Sabes qué es lo mejor de todo? Que la puedes visitar sin límite de días, a diferencia de otras islas recónditas.
Eigg tiene una superficie de 30 kilómetros cuadrados y una población de menos de 100 habitantes. No obstante, su población ha fluctuado a lo largo de la historia. En 1727 llegó a tener casi 400 residentes, pero para 1801 se redujo a tan solo 112 debido a los desalojos masivos promovidos por los terratenientes.
Durante siglos, Eigg perteneció a clanes escoceses que ejercieron un dominio feudal sobre los habitantes. Esto cambió en la década de 1990, cuando la isla fue comprada por ecologistas con el objetivo de entregar el control a la población local y desarrollar proyectos sostenibles.
Un lugar pequeño que aspira a ser el epicentro de las renovables
La isla de Eigg tiene una larga historia de problemas con el suministro eléctrico. Durante mucho tiempo, los residentes dependieron de generadores diésel contaminantes e inestables para obtener electricidad. Pero en 2008, la comunidad lanzó un innovador proyecto para lograr la autosuficiencia energética.
El sistema combina tres tecnologías renovables: turbinas eólicas, paneles solares y baterías. Se instalaron cuatro turbinas eólicas de 6 kW en puntos estratégicos para aprovechar los fuertes vientos de la isla. También se instalaron 130 paneles solares en los tejados para capturar la energía del sol.
Finalmente, un banco de baterías de iones de litio almacena la electricidad generada para usarla cuando sea necesario. El sistema fue diseñado específicamente para las condiciones y necesidades únicas de Eigg. Con una capacidad total de 106 kW, produce más del doble de la electricidad que necesita la isla.
Los residentes pueden monitorear y administrar el sistema de forma remota mediante una aplicación, garantizando un uso eficiente de la energía renovable generada. De hecho, es el primer territorio del Reino Unido en tener la máxima eficiencia posible, según los nuevos criterios del Gobierno.
Como has visto, esta isla renovable es una demostración de cómo un territorio puede ser sostenible. Un pedazo de tierra que nos fascina y que podemos visitar, pero que no es el único que nos fascina. ¿Sabes cuál es el otro que ha captado nuestra atención? Esta isla de España que está en medio del Atlántico, pero que tiene una pirámide que se parece demasiado a las americanas.








