Es cierto que romper un acuerdo siempre traerá consecuencias, sobre todo si este es muy antiguo e interesa mantenerse entre las partes involucradas. A continuación te contamos los pormenores de un acuerdo de 500 años entre Portugal y España que acaba de ser roto.
Adivina por qué Portugal y España acaban de romper un acuerdo de 500 años
A menudo se ha dicho que los acuerdos se hacen para evitar conflictos y por ello deben respetarse, pero eso no parece ser lo que pensaron las autoridades de Portugal sobre el compromiso adquirido con España respecto a una islas ubicadas en el Atlántico Norte.
Hace cinco siglos se tranzó una disputa entre Portugal y España por un archipiélago de escasa extensión territorial, pero de clara importancia estratégica debido a su ubicación.
Se trata de las Islas Salvajes, tan pequeñas que no superan los tres kilómetros cuadrados, pero de un alto valor geopolítico porque desde ellas pueden controlarse vastas zonas marítimas.
Precisamente para evitar que el otro país hiciera uso de tal control en perjuicio del otro se estableció un acuerdo sobre las islas con las siguientes condiciones:
- No disputa por parte de España de la soberanía de Portugal sobre las islas
- Reclamo de España del área marítima
- Mantenimiento de reserva natural
- Extensión de la ZEE o Zona Económica Exclusiva por parte de España
En otras palabras, el acuerdo era que Portugal mantuviera el control sobre las islas siempre y cuando estableciera una reserva natural en ellas y España pudiera extender a partir de ellas su Zona Económica Exclusiva (ZEE).
Por qué las salvajes ganas de Portugal de romper con un acuerdo
El control sobre las dos islas (Salvaje Grande y Pitón Pequeña) e islas pequeñas que conforman el archipiélago lo ha tenido Portugal desde 1938, cuando España estaba sumida en una guerra civil y no pudo impedir que la Comisión Permanente de Derecho Marítimo Internacional fallara a favor de los lusitanos.
A partir de 1971 Portugal consolidaría su control sobre este estratégico archipiélago mediante tres acciones claves:
- Crea la Reserva Natural de las Islas Salvajes
- Construye una estación de guardacostas
- Realiza expediciones científicas a las islas
De reserva natural a Zona Económica Especial
La situación sobre el control de las Islas Salvajes cambia radicalmente cuando España reclama en 2015 ante la ONU su derecho a las aguas circundantes, tal como estaba establecido en el acuerdo, al no constituir el archipiélago parte de una Zona Económica Exclusiva.
El caso es que si estas islas fueran parte de una ZEE la soberanía que ejerce sobre ellas la región autónoma de Madeira no podría discutirse, pero España ha encontrado que este archipiélago incumple los criterios que establece la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CNUDM) para este tipo de zona, como son la de estar habitadas y contar con actividades económicas.
Otro punto alegado por España para revertir de cierta manera el dictamen de la Comisión Permanente de Derecho Marítimo Internacional es que las Islas Salvajes están más cerca de Islas Canarias y no tanto de Madeira.
Consecuencias de un acuerdo roto sobre unas salvajes
Ante esta situación Portugal no ha visto otra medida que romper el acuerdo y tratar de que en las islas haya más actividad económica, especialmente vinculada con la pesca y la producción petrolera, lo que generaría nefastas consecuencias económicas y ambientales.
Al permitirse que en este archipiélago haya actividades económicas, específicamente pesca de atún, sobre la cual tendría competencias el gobierno de Madeira, esto afectaría las actividades pesqueras llevadas a cabo en Islas Canarias y por otro lado la reserva natural que actualmente funciona en las islas podría verse afectada.
En conclusión, Portugal al romper un acuerdo con España de mantener una reserva natural en las Islas Salvajes y de no realizar actividades económicas en ellas, no solo estaría dejando sin lugar a reclamos a España sobre la extensión de su ZEE, sino que además estaría afectando la biodiversidad.








