Si hay un país que sabe de producción energética ese es Japón y esta vez quiere ir mucho más allá produciendo hidrógeno rojo ante la necesidad de reducir la posibilidad de una catástrofe nuclear ¿Qué tiene que ver la energía nuclear con este gas combustible? Sigue leyendo y entérate.
La producción de hidrógeno rojo ese esencial para la economía japonesa
El país del sol naciente lidera ambas tecnologías en el mundo, la de energía nuclear y la de hidrógeno, y evidencia de ello es la existencia de la planta de producción de este gas más grande en el planeta y que es administrada por Fukushima Hydrogen Energy Research.
La ambición por producir mucho de este tipo de energía por parte de esta nación asiática obedece a su creciente demanda energética y a su deseo de no depender del petróleo, por lo que desde 1970 se inclinó hacia la generación de electricidad mediante energía nuclear.
Sin embargo, además de la electricidad generada por esta fuente requiere de la combustión para las operaciones de las industrias siderúrgica, química y de transporte pesado, de allí que se optó por el hidrógeno como combustible alternativo.
La producción de hidrógeno en planta es costosa, por lo que ante la necesidad de darle estabilidad a su cadena de suministro de este gas combustible en el país oriental se ha pensado en la posibilidad de producirlo mediante energía nuclear, es decir, lo que se conoce como hidrógeno rojo.
Los riesgos de producir hidrógeno se esconden detrás de la energía nuclear
El hidrógeno es excelente como combustible porque su combustión no genera residuos tal como lo hacen los combustibles fósiles, siendo estos culpables del creciente efecto invernadero y el calentamiento global que sufre el planeta desde hace varias décadas.
Producir hidrógeno por electrólisis en planta resulta muy costoso, mientras que hacerlo por energía nuclear es mucho más económico, pero hay un gran detalle: Japón ya ha sufrido espantosos accidentes nucleares y naturalmente no quiere volver a padecerlos.
Y es que los japoneses pueden poner mucha atención al tema de la seguridad, sin embargo, la frecuencia con que se producen en este país sismos, tsunamis y otros desastres naturales incrementan el riesgo potencial de accidentes nucleares, siendo ejemplo de esto la tragedia ocurrida en la central nuclear de Fukushima Daiichi, donde un terremoto y un tsunami provocaron una explosión del reactor.
De allí que sea natural la sensibilidad que hay en el país nipón sobre la idea de construir plantas nucleares para la producción de hidrógeno, pero el creciente aumento de los precios petroleros está llevando al gobierno a revalorar la idea de las centrales nucleares.
Si se reduce el tamaño también se reduce el riesgo
Luego del accidente de Fukushima fueron cerradas las plantas nucleares y se volvió a utilizar combustibles fósiles, pero sabiendo que la dependencia de estas fuentes de energía tiene graves consecuencias, en Japón se ha estado trabajando tratando de conseguir algo que confiera mayor seguridad y parece haberlo encontrado: un novedoso reactor de fisión nuclear imposible de fundirse.
El recién ideado reactor ha sido bautizado con el nombre de Reactor Refrigerado por Gas a Alta Temperatura (HTGR, siglas en inglés), y en el mismo se ha sustituido el agua de enfriamiento por gas helio, lo que además reduce el tamaño del reactor. Tal sustitución produce las siguientes ventajas:
- El helio alcanza una temperatura mucho más elevada que el agua
- El helio es un gas inerte que no corroe las tuberías del reactor
- El reactor puede funcionar a más de 1.800 °F
- El calor generado puede alimentar directamente los procesos industriales pesados
En conclusión, atendiendo a las ventajas que proporciona el hidrógeno rojo Japón está a un paso de producirlo en forma masiva y para evitar una posible catástrofe está sopesando la idea de reducir el tamaño del reactor nuclear.











