Esta comunidad autónoma fue independiente por 5 días: no es Cataluña, y la puedes visitar hoy

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Publicado el: 2 de junio de 2024
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España es un país complejo y lleno de matices. Es de público conocimiento que las diferentes regiones que la componen cuentan con identidades fuertes y una rica historia que a veces crea roces con la gestión del estado central. Sin embargo, es un hecho llamativo y poco conocido que, durante pocos días, la comunidad autónoma de Galicia llegó a ser Estado independiente y no fue hace tanto.

La comunidad autónoma que pudo ser nación

La Península Ibérica es una región rica en recursos, y también en historia y cultura. Herederos inmediatos del vasto Imperio Romano, los españoles hemos desarrollado una cultura rica tanto en historias y leyendas, como en conflictos. Nuestra nación se conformó sobre la base de reinos fuertes e independientes que fueron uniéndose a lo largo de siglos de historia pero que nunca olvidaron su herencia.

Esto, sumado a diferentes incidencias entre el estado central y las comunidades autónomas y provincias, ha provocado en diferentes épocas algunos conflictos cuyas consecuencias perviven incluso hasta hoy. Pero pocos parecen recordar que, hace menos de un siglo, miles de gallegos se cansaron del abandono estatal y se declararon como una república independiente.

Esto ocurrió en 1931, cuando empezaba a gestarse el movimiento que desembocaría en la dictadura de Franco en 1939. Galicia, una región abundante en recursos y fuerza de trabajo llevaba siglos de desatención por parte del Estado Español y había quedado muy retrasada económica y tecnológicamente tras la industrialización. Esto llevó a que miles de ciudadanos se alzaran y reclamaran su independencia de España.

Recursos abundantes y un ciudadanos cansados

El territorio sobre el que se asienta la comunidad autónoma de Galicia es uno de los más ricos en recursos. Sin embargo, está cercado por regiones montañosas de difícil acceso. Esto llevó a que, tras la industrialización y con la llegada del ferrocarril, esta región quedara relativamente aislada de la capital y quedara relegada como periférica, atrasada y con una población cada vez más empobrecida.

El centro del conflicto fue la línea de ferrocarril que debía unir Madrid con Galicia, cuya construcción había sido aprobada en 1860. Debido a los costos asociados con el titánico proyecto, se desestimó el trazado y no fue hasta 1926 que se retomó. Fue parte del plan, durante la dictadura de Primo de Rivera, para mejorar todo el tendido ferroviario de España.

La línea ferroviaria que debía comunicar a la comunidad autónoma gallega con la capital debía estar completa en un plazo de cinco años, sin embargo, ya habían pasado seis y para 1931 se anunciaba la cancelación del proyecto debido a recortes de presupuesto del Ministerio de Hacienda.

La república que duró cinco días

La cancelación del proyecto dejaba, como efecto inmediato, a 15000 trabajadores sin sustento. El problema escaló al punto de que la Junta de Gobierno presentó su dimisión en señal de protesta y la comunidad autónoma estalló. Dos días después, una movilización masiva de trabajadores y comerciantes, apoyados por empresarios y toda la prensa española del momento, marchó hacia Ourense.

Una multitud de ciudadanos hastiados y enfurecidos tomó el ayuntamiento, quitó las banderas españolas y declararon la independencia de la I República Gallega con respecto de España.

La noticia llegó a recorrer el mundo entero, llegando a ser mencionada en los periódicos más importantes de Estados Unidos. Sin embargo, el gobierno nacional, que venía estudiando los acontecimientos desde el principio, decidió anunciar que se retomaban las obras del ferrocarril. Así, los gremios aplacaron a los trabajadores y se disolvió la revolución.

Recordar la historia

Todos estos hechos ocurrieron entre el 23 y el 28 de junio de 1931. Hoy en día pocos los recuerdan, pero fue un momento clave en la historia y, sobre todo, en la historia de la comunidad autónoma de Galicia, que podría ser muy diferente hoy en día. Es por esto que tesoros históricos como el Valle de los Neandertales en España, al igual que nuestros castillos y monumentos, son tan importantes.