Las noticias más recientes nos han revelado que en el mundo entero ya genera un 30% de su electricidad a partir de energía solar. Con esto, parecía estar claro que todos los países se preparaban para abandonar el petróleo hacia un futuro sustentable. Sin embargo, la energía negra está más presente que nunca en Latinoamérica y parece que planean tener su propia fiebre del oro.
La energía negra despierta en Latinoamérica: ¿Volverán a inundar el mundo con petróleo?
Es cierto que la Unión Europea está teniendo un importante éxito en abandonar la dependencia de los combustibles fósiles para enfocarse en fuentes renovables como el hidrógeno, los biocombustibles, la energía solar, etc. Esto forma parte de una serie de acuerdos que los principales líderes del mundo han sellado con el fin de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Se ha previsto que, de seguir con las prácticas actuales, podríamos afrontar una crisis climática con repercusiones irreversibles para el año 2050. La única manera de evitar a tiempo esta catástrofe es, entre otras cosas, abandonando el uso de combustibles fósiles y derivados del petróleo como el plástico y otros materiales no reciclables.
Sin embargo, en América Latina son cada vez más los países que planean realizar inversiones en exploración para la extracción y procesamiento de esta energía negra. En México se han aprobado proyectos financiados por empresas extranjeras para la exploración del Golfo de México, de donde provienen las principales reservas de crudo tanto del lado mexicano como del lado estadounidense.
El mundo contra el petróleo ¿Habrá medidas contra los países latinoamericanos?
El Golfo de México es el yacimiento más importante del país, el cual han abierto en épocas recientes para las inversiones extranjeras. Esto ha resultado en que la española Repsol y la italiana Eni hayan conseguido encontrar depósitos de crudo que, se estima, podrían aportar unos 350 millones de barriles de petróleo para los países europeos y que se sumarían a los más de 1300 millones que ya contaba Eni.
Más al sur, Brasil se ha establecido desde 2006 como uno de los principales productores de petróleo de la región y siguen invirtiendo miles de millones de dólares para la exploración de nuevos yacimientos. La empresa local Petrobras ha experimentado un increíble crecimiento gracias a esta industria que podría iniciar excavaciones en una de las principales fuentes de agua dulce del mundo.
Tampoco habría que olvidar que, recientemente, las autoridades locales de las Islas Malvinas dieron el visto bueno para que capitales extranjeros inicien las exploraciones en busca de energía negra muy cerca de Argentina. En el propio territorio argentino también se están expandiendo los planes para encontrar nuevos yacimientos petrolíferos, así como en países como en Guyana y Suriname, cuyo PBI ha crecido un 30%.
¿Quién comprará el petróleo que encuentren en la región?
Si bien cualquier país del mundo tiene derecho a explotar sus riquezas petrolíferas como otros lo han hecho en el pasado, no se puede ignorar el hecho de que Europa, Asia y Australia son regiones que están invirtiendo con fuerza en la descarbonización. Los objetivos de cero emisiones para 2050 implican el abandono total de combustibles fósiles.
Si todas estas importantes regiones dejan de comprar petróleo, ¿qué sucederá con las inversiones realizadas por los gobiernos latinos para explotación y exploración de nuevos yacimientos petrolíferos?
Todavía queda hilo en el carretel: los coches de combustión todavía apuestan por el crudo
Si bien Europa y otras importantes regiones de todo el mundo están enfocando todos sus esfuerzos por descarbonizar sus economías en los próximos años, también es cierto que las compañías automotrices siguen apostando por la energía negra. Volkswagen ha anunciado recientemente que va a invertir 30000 millones de euros en motores de combustión.
