El legendario coche que Volkswagen lanzó al mercado hace 25 años fue en ese entonces sinónimo de eficiencia, pero muy pronto representará un serio problema si se quiere hacer rodar por las principales ciudades europeas ¿Quieres saber por qué?
El legendario coche de Volkswagen cumple un cuarto de siglo pero no debería utilizarse
A finales de los 90 los fabricantes de coches de producción en serie se enfocaron en el formato miniatura; por ejemplo, Ford lo hizo con el modelo Ka y Opel probó con Agila.
De allí que sería precisamente en 1999 cuando la mítica marca alemana presentó al mundo Lupo 3L, un modelo urbano de reducidas dimensiones, siguiendo la tendencia de reducir el volumen para aumentar la eficiencia.
El prototipo que sería la base de este coche, bautizado El Chico, ya había sido exhibido en el Salón del Automóvil de Frankfurt en 1991, llamando la atención por tener solo 3,15 m de longitud y ser de funcionamiento híbrido con dos cilindros.
Un cambio en el Consejo de Administración de Volkswagen, siendo sustituido su presidente Carl Hahn por Ferdinand Piëch, provocó en 1993 la suspensión indefinida de los planes de producción masiva de El Chico.
Pero en 1998 ciertas características técnicas de El Chico fueron adaptadas en un modelo que vería la luz al año siguiente, y que sería un poco más largo, pues media 3,53 m. Mediante el lanzamiento de este nuevo coche compacto se buscó emular el éxito de pequeños modelos urbanos como:
- Fiat Cinquecento
- Seicento
- Peugeot 106
- Renault Twingo
Al principio fue un lobo alemán pero luego cambió de domicilio
Este coche fue denominado Lupo, que se traduce a Lobo en idioma italiano, debido a la localidad donde se encontraba en ese entonces la casa matriz de Volkswagen, Wolfsburgo, por lo que hoy tal vez sería llamado Bruselas, ciudad a donde se mudó la producción a mitad de 2001.
Este compacto urbano adoptó elementos de otros modelos de VW, por ejemplo, tomó detalles de la arquitectura del Polo estándar, así como elementos tecnológicos de su tercera generación.
El primer Lupo salió de planta con 4 cilindros 1.0 para obtener unos 50 CV, luego se alcanzaría una potencia entre 75 – 100 CV aumentando el volumen a 1,4 L en sus cuatro cilindros, y luego se fabricaría una versión intermedia de 60 CV.
Este coche adelgazó para hacerse más eficiente
El Lupo tiene las siglas 3L en franca alusión a los 3 litros de consumo de combustible por hora, y posee las siguientes características técnicas:
- Motor tricilindro de 1.2 L
- Potencia de 61 CV
- 140 Nm de par
- Caja automática (5 marchas)
- Función Start&Stop
- Peso de 830 Kg
Precisamente para aumentar su eficiencia se disminuyó su peso mediante la eliminación del sistema de aire acondicionado y los componentes de dirección asistida.
Igualmente se le aplicaron principios aerodinámicos a la versión 3L y se añadieron Bridgestone B381 como neumáticos de escasa resistencia al rodamiento y paragolpes livianos pero resistentes, esto a fin de reducir su coeficiente de penetración de 0.32 a 0.28
Teniendo todo para triunfar a principios de siglo muy pronto será un dolor de cabeza
Una de las cosas novedosas de este coche es su maletero con una capacidad entre 130 y 400 litros y su motor TDI de 1,2 litros y 61 CV. Sin embargo, aun contando con una carrocería de aluminio y otros materiales súper livianos, consume 3 litros de combustible por cada 100 kilómetros recorridos en la versión más liviana, por lo que no podría decirse que sea un urbano de bajo consumo.
En este contexto, dado el gasto de combustible emisor de este resistente coche, aunque sea toda una leyenda y su precio ronde los cinco mil euros, no podrá desplazarse en ciudades como Madrid a partir del 1 de enero del próximo año,
En conclusión, si eres dueño de este legendario coche con el seudónimo de lobo y que cumple 25 años dentro de poco, aprovecha para rodarlo en las grandes ciudades de Europa porque para 2025 estará terminantemente prohibido.
