Necesitamos nuevas formas de combustible urgentemente y la madera podría ser el definitivo. Los combustibles fósiles han causado estragos. A pesar de que fueron nuestra ‘salvación’ en el pasado, permitiendo que avanzáramos en el terreno tecnológico, hoy son vistos como nuestros principales enemigos. Se les achaca la instalación del cambio climático y el calentamiento global.
El sector del transporte es uno de los que más emisiones contaminantes deja en el aire, por lo que se está haciendo especial énfasis en cambiar la gasolina y diésel por otras alternativas. Una de las que suena más fuerte es la movilidad eléctrica. Sin embargo, esta búsqueda exhaustiva de nuevas opciones no es algo reciente.
Durante una escasez generalizada de combustible, un gran número de automovilistas a experimentar otros combustibles como madera, carbón o ambos. Los vehículos impulsados por madera llegaron en los primeros días de la industria automotriz.
Madera, el combustible que lleva años en las sombras y podría salvarnos
En 1922, el Automóvil Club de Francia organizó un rally de resistencia abierto a camiones de madera a gas. El reto era cubrir 75 millas en dos días. Lo rápido que avanzó esta tecnología llevó a subir las exigencias al año siguiente, con un viaje de 745 millas y 12 días. En 1925, el rally tuvo una longitud de 1.300 millas y duró tres semanas.
Ante un rendimiento semejante, el gas de madera llamó la atención de importantes marcas como Renault, Latil, Panhard y Berliet. No obstante, la industria se dio cuenta rápido de que los camiones gasificados quemaban una gran cantidad de madera, y toda la configuración era muy pesada, por lo que bajaba la importante carga útil.
Volvió a hablarse de los vehículos de madera en el contexto de la Segunda Guerra Mundial. A pesar de que los principales fabricantes de automóviles habían abandonado esta idea, pequeñas empresas siguieron invirtiendo en esta tecnología y desarrollaron kits más compactos que podían montarse en automóviles de pasajeros.
Los problemas presentados por este tipo de vehículos en las décadas de 1910 y 1920 todavía no se habían resuelto por completo, por lo que recurrir a ellos seguía viéndose como el último recurso. Sin embargo, los números de Transports en France pendant la Guerre, dejan claro que hubo un aumento de interés.
El 12% de los 71.690 turismos matriculados en Francia en enero de 1944 fueron equipados con un generador de gas de madera y el 58% de los 120.567 camiones contabilizados también utilizaban este sistema.
Probabilidades de uso de la madera como combustible en 2024
Actualmente, los generadores de gas de madera se ven como una nota a pie de página en la historia de la industria del automóvil. Los kits que impulsaban los vehículos durante la guerra se descartaron cuando la gasolina volvió a estar disponible. Es difícil encontrar una pieza equipada con un generador de gas de madera de época.
Sin embargo, puede contemplarse uno en un museo de construcción llamado Provence Collection y ubicado cerca de Draguignan, al sur de Francia. Es un Ford Modelo A de 1929. Tiene su origen en Dinamarca. Cuenta con un sistema de gas de madera fabricado por Skandinavisk Motor Co. Este kit fue un modelo caro y de alta gama en su época.
Sustituye el sistema de combustible al completo, que no siempre se daba. Algunos vehículos podían funcionar con gas de madera o gasolina estándar. El A no está en funcionando, pero hasta 2014 podía conducirse.
Utilizar madera como combustible a estas alturas suena descabellado, pero, dado el contexto todo podría pasar. Si el motor de agua, los modelos eléctricos, el hidrógeno y los combustibles sintéticos no dan resultados, ¿por qué no probar con algo que funcionó en el pasado?
