Recientemente apareció este material, cuya clave está en el calcio, para revivir los restos de un edificio demolido. Además, tiene el potencial de acabar con el del hormigón, considerado como un elemento básico de la construcción, pues esta industria está en la búsqueda de opciones que la hagan más sostenible.
El reciclaje pasa a ser un integrante más de las nuevas construcciones
Unos investigadores del departamento de Arquitectura de la Universidad de Tokio elaboraron bloques de construcción a partir de los desechos de concreto obtenidos de la demolición de un edificio. Este nuevo elemento fue llamado hormigón de carbonato de calcio y se puede usar en construcciones nuevas.
Para fabricar este nuevo material, el concreto se trituró totalmente, el polvo resultante se unió al CO2, posteriormente este compuesto fue colocado a presión en un molde, y por último se sometió a altas temperaturas para formar un ladrillo nuevo. De esta manera se puede volver a usar lo que antes era basura.
El hormigón se transforma en un material reciclable
La fabricación del hormigón es un proceso altamente contaminante que emite concentraciones muy elevadas de CO2 al medio ambiente. Sin embargo, su producción no cesa porque es esencial para la construcción de edificaciones, pero el calentamiento global y sus consecuencias nefastas obligan a buscar nuevas opciones.
Por eso, los investigadores japoneses tomaron los desechos de concreto provenientes de la demolición de un edificio, y los procesaron para transformarlos nuevamente en material de construcción. La técnica consiste en machacar los restos hasta que solo quede un polvillo, que se hace reaccionar con CO2.
Y la clave está en la reacción de ese gas con el calcio para formar el carbonato de calcio. Esta sustancia se comprimió usando una disolución de bicarbonato de calcio, se calentó y se fabricaron los bloques en un troquel, poniéndolos por capas para someterlas a presiones muy altas, con la finalidad de hacerlos.
Mucho más fuertes, y próximamente se espera que se construya una casa con estos ladrillos. El aporte más resaltante de este material de construcción es que puede ser reutilizado varias veces, repitiendo el mismo procedimiento cada vez que sea necesario, por lo cual las construcciones demolidas se convierten.
En una fuente para producir este nuevo elemento, al que llamaron hormigón de carbonato de calcio. Que viene a darle un nuevo aire a la industria de la construcción, porque su fabricación necesita menos energía, y adicionalmente consume CO2 del aire, por lo que contribuye a cuidar activamente el medio ambiente.
Un ladrillo ecológico que limpia y cuida el medio ambiente
El hormigón de carbonato de calcio es un material que aporta beneficios muy importantes al medio ambiente, en primer lugar, porque permite el reciclaje de los desechos generados por la destrucción de edificios. Con esto se protegen las reservas de piedra caliza porque no es necesario fabricar concreto desde la nada.
Durante el proceso de reutilización de esos desechos, hay una etapa en la que el calcio absorbe el CO2 que está en el aire, o el que proviene de las emisiones de las fábricas. Por tanto, va a ayudar en la tarea de mejorar la calidad del aire que se respira, y disminuye el impacto de ese gas en el calentamiento global.
El futuro de los ladrillos ecológicos fabricados con material reciclado es muy prometedor, y sus creadores van a probarlo en primer lugar en la fabricación de una casa. Posteriormente lo seguirán desarrollando en una planta piloto para perfeccionarlo y, por último, será llevado a mayor escala para su masificación.
Por último, este nuevo material obtenido a partir del hormigón de edificaciones demolidas es un elemento verde en la industria de la construcción, porque además de reciclar material de desecho, atrapa CO2 a través de una reacción con el calcio. Y sus componentes pueden ser reusados una y otra vez indefinidamente.
