Noruega, es uno de los países más montañosos y accidentados del planeta. Lleva décadas perfeccionando el arte de conectar lo inconectable. Entre fiordos, islas y acantilados, su red de carreteras siempre ha supuesto un desafío para los ingenieros. Sin embargo, la nación nórdica se superó a sí misma con una obra que promete cambiar la forma de viajar por toda su costa occidental. Lo que comenzó como un plan para acortar distancias entre ciudades, con el pasar de los años y la ambición, se convirtió en una empresa aterradoramente ambiciosa de la ingeniería. ¿Qué está planeando?
Un proyecto que une la historia y la geografía de un país
La iniciativa de la que estamos hablando forma parte de un plan aún mayor. Se trata de una autopista que recorre todo el litoral noruego desde Kristiansand hasta Trondheim. Es un trayecto que supero los 1000 kilómetros y que hasta ahora, para completarlo, eran necesarias más de 20 horas de viajes y varios cruces en ferry.
El objetivo noruego está claro. La idea es eliminar interrupciones y permitir un desplazamiento continuo a lo largo de la costa. Esto es vital para las industrias del país, desde la pesca hasta el sector energético. El nuevo tramo en construcción unirá las regiones de Nord-Jæren y Haugalandet, conectando los municipios de Randaberg y Bokn. Se trata de una zona clave por su ubicación geográfica y por su peso económico. Será uno de los eslabones centrales del corredor E39, Promovido por Statens vegvesen (Administración de Carreteras Públicas de Noruega) como la ruta costera libre de ferris.
Rogfast, el túnel que cambiará la historia bajo el mar
El nombre de este increíble proyecto es Rogfast y está previsto que se inaugure en 2033. Será el túnel submarino más largo y profundo del mundo. Tendrá una longitud de 26,7 kilómetros y alcanzará una profundidad de 392 metros bajo el nivel del mar. Estará compuesto por dos túneles paralelos de cuatro carriles conectados por un cruce subterráneo.
La obra, iniciada en 2018 implica perforar más de 8 millones de metros cúbicos de roca. Para esto, utilizan técnicas de perforación y voladura a lo largo de tres secciones principales. Una de ellas incluirá un intercambiador de carreteras bajo el mar cerca de la isla de Kvitsøy lo que significa otro récord mundial. Una vez funcionando, permitirá reducir la mitad del tiempo de viaje entre Stavanger y Bergen, las dos grandes ciudades del suroeste noruego. Los conductores recorrerán el túnel a una velocidad promedio de 50 km/h en unos 35 minutos.
Una obra que cambia todos los límites
El Rogfast es un experimento de sostenibilidad. Este proyecto pretende reducir el consumo energético y las emisiones, aprovechando energías eólicas, geotérmica y solar en sus sistemas de ventilación. Además, contará con una instalación artística de iluminación dinámica, diseñada para disminuir la sensación de monotonía del recorrido. El costo total se encuentra entre los 1900 y 2400 millones de dólares. El 40% será financiado por el Estado noruego y el resto por peajes, estimados en unos 30 euros por vehículo. Se espera que más de 6000 coches al día utilicen esta vía una vez habilitada.
Además de conectar regiones, este proyecto impulsará la economía local al facilitar el transporte de mercancías y reducir drásticamente los tiempos logísticos del sector petrolero y pesquero. El Rogfast representa una necesidad de construir soluciones para unir un territorio que por su naturaleza desafía cualquier mapa. Es una apuesta por unir lo que separa el mar y una forma de recordar que la ingeniería puede vencer los límites que la geografía impone. Cuando esté terminado, será un testimonio de como la ingeniería y el ingenio humano lograron cambiar la historia por debajo del mar.













