El gran plan de la NASA en este año que comienza va dirigido al regreso de la humanidad a ese entorno donde estuvieron hace cinco décadas. De tener éxito, sería la primera vez después de tanto tiempo que los seres humanos van a un sitio tan lejano. Además, parte de la tripulación también marcará hitos dentro de la historia de la astronáutica. Sin embargo, el objetivo no será alcanzar algunos logros que harán la diferencia con los viajes anteriores o volver a esa parte del espacio después de tanto tiempo, sino que esta vez se busca establecer uno más elemental con el propósito de ir mucho más allá.
Ya no habrá que esperar tanto por las promesas de un magnate: El gran plan de la NASA se ha adelantado
La futura exploración de Marte es uno de los objetivos del regreso de astronautas a la Luna porque se aprovechará para establecer una presencia sostenible en el satélite natural de la Tierra como parte del primer vuelo tripulado de la Misión Artemis II.
Dicha misión forma parte del programa Artemis de la NASA y comprende el envío de 4 tripulantes en una travesía de 10 días alrededor del satélite terrestre y posteriormente retornar a la Tierra. Los astronautas entrarán en la cápsula Orión que estará encima del Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS).
El diseño de Orión está dirigido al sustento de la vida humana en el espacio profundo, por lo que durante la misión serán probados sus sistemas críticos. El viaje estaba prometido para fines de abril de este año, pero la NASA considera que se podría adelantar la misión.
La tripulación que viajará próximamente conforma un equipo de astronautas que marcarán un hito
De acuerdo con Charlie Blackwell-Thompson, director de lanzamiento de Artemis, el SLS está prácticamente listo para su funcionamiento y dar continuidad al programa. La primera misión Artemis se realizó en noviembre de 2022 y demoró 25 días. En ella se hizo el lanzamiento de una nave espacial sin tripulación, llegando a orbitar la Luna y posteriormente reingresando a la atmósfera de la Tierra.
En esta misión inicial, aunque hubo algunos problemas con el escudo térmico cuando la nave reingresó a la capa atmosférica, se consideró la misión como un éxito. Sin embargo, Jeff Radigan, director de vuelo principal de Artemis II, sostuvo que la tripulación alcanzará un punto en el espacio donde hasta ahora nadie ha llegado, tal vez donde han descubierto un enorme trozo de Luna.
De hecho, será la primera tripulación cuyo viaje se prolongue más allá de la órbita baja terrestre desde que el Apolo 17 lo hiciera en 1972. Pero también será notable este nuevo desplazamiento espacial porque entre la tripulación se encuentran astronautas que marcarán un hito en los viajes espaciales.
La humanidad de los astronautas será uno de los principales objetos de estudio en esta nueva oportunidad
Christina Koch, de completar la misión, se convertiría en la primera astronauta en llevar a cabo tal proeza, en tanto que Victor Glover resultaría el primer cosmonauta negro en realizar este tipo de viaje espacial. Los otros dos tripulantes son Reid Wiseman y Jeremy Hansen; este último es de la Agencia Espacial Canadiense.
Este personal espacial realizará experimentos con el propósito de registrar los efectos del espacio sobre sus cuerpos. Se tiene previsto el cultivo de muestra de tejido sanguíneo de los astronautas, denominado organoide. Las muestras tomadas por los científicos serán antes y después del viaje.
Tal como señalara Nicky Fox, jefa de ciencia de la NASA, se realizará una comparación de los organoides previos y posteriores al viaje para tratar de valorar si se produjeron efectos en los cuerpos de los astronautas. El propósito principal será estudiar exhaustivamente los efectos de la microgravedad y la radiación.
En conclusión, han pasado cinco décadas desde que los seres humanos estuvieron en esa parte del espacio y ahora la NASA pretende reeditar y superar la hazaña mediante un gran plan que está desarrollándose apenas comenzado el año. Se tiene previsto adelantar este viaje que estaba proyectado para el próximo mes de abril y la meta es llegar a donde nadie hasta ahora ha llegado dentro de la órbita baja terrestre desde que tripulantes del Apolo 17 lo hicieran en 1972. Los astronautas de este nuevo viaje posiblemente se conviertan en leyendas no solo porque marcarán pauta, sino porque en ellos además se estudiarán los efectos de la microgravedad y la radiación en su humanidad y hasta posiblemente se descifre el misterio de los extraños sonidos en el espacio exterior.










