La advertencia de no apagar todavía ha sido el mensaje que se ha enviado a España y esto ha conllevado a un incremento de la presión. No es la primera vez que se les advierte a todos aquellos que tienen el dedo sobre el apagador sobre el hecho de que no es el momento de pulsarlo. Es perentorio adoptar una serie de medidas antes de llegar a tomar esta decisión compleja y crucial, pero ¿Será que el aviso ha sido claro o puede que haya la necesidad de presionar un poco más? ¿Existe la disposición a realizar las acciones preventivas que eviten un nuevo colapso? ¿Cuál debe ser el camino a seguir?
Después de lo ocurrido en España el 28 de abril todo el mundo debería entender el mensaje
El 28 de abril se produjo una clara señal de advertencia en España. Aunque posiblemente resultó traumático para la mayoría de quienes se encontraban en territorio español en ese momento, lo sucedido ese día fue positivo desde cierta perspectiva porque permitió avizorar las condiciones previas a un apagado definitivo.
Dicho de otra forma, debido al colapso que se produjo ese aciago día hoy se puede comprender que el país no está preparado para que se apague todo. Al menos una parte lo entendió porque ha manifestado su preocupación de que se sigan con los preparativos y el cronograma que llevará al cierre de todas las centrales.
En una misiva enviada por la Cámara de Comercio de EE.UU. en España (AmChamSpain) las compañías estadounidenses radicadas en territorio español pidieron, entre otras cosas, prolongar el cierre de las centrales nucleares hasta el año 2040. La carta tenía como destinatarios a representaciones gremiales, partidos de la oposición y al propio gobierno.
El Real Decreto-ley muestra avances pero no es suficiente para acabar con estas deficiencias
Entre los puntos resaltados en la correspondencia se encuentra el señalamiento de la necesidad de atender al reforzamiento de las capacidades del sistema de energía a raíz de la grave interrupción eléctrica suscitada el reciente 28 de abril. Recordando que el cronograma aprobado en 2019 plantea el cierre de reactores durante el periodo 2027 – 2035.
La asociación empresarial en la comunicación enviada pide trascender las respuestas coyunturales y realizar una acción fundamental, como lo es el diseño de una planificación estratégica dirigida a convertir a España en un hub europeo en las áreas de la industria, la energía y la tecnología.
Esta asociación constituida por un cuarto de millón de empresas con más de un millón de empleados reconoce que con el Decreto anti-apagones ha habido importantes avances hacia la transición energética, como es el haber propuesto impulsar el almacenamiento, agilizar los trámites y modernizar las redes. No obstante, advierten de tres deficiencias fundamentales:
- Estrategia industrial integrada
- Marco estable y atractivo para la inversión extranjera
- Ambición tecnológica proporcional al potencial energético del país
Dejarlas con vida hasta 2040: Esto es lo que propone este grupo de empresas a quienes buscan aniquilarla
De allí que la AmChamSpain proponga una serie de medidas que ya habían sido expuestas en un informe que la asociación publicó en diciembre pasado y que llevaba por título «España: nueva potencia industrial, digital y energética», y entre las que sobresalen:
- Articular un marco fiscal y regulatorio que proporcione estabilidad y competitividad a proyectos industriales de gran escala
- Crear un Consejo Nacional de Transición Industrial y Energética
- Impulsar sectores energéticos como el hidrógeno verde, el biometano o los combustibles sintéticos
Aparte de pedir extenderles la vida útil a estas centrales nucleares, al menos hasta el 2040, al igual que pretenden algunos países europeos y norteamericanos, y considerar el gas natural como el recurso energético que respaldará la transición, esta asociación de empresas extranjeras en España apuesta por tecnologías como:
- Centros de datos
- Semiconductores
- Inteligencia artificial
En conclusión, hasta ahora parece claro que es indispensable la adopción de un conjunto de medidas antes de continuar con la decisión de cerrar las centrales nucleares que quedan en España. Así lo dejó ver la asociación que reúne las compañías estadounidenses radicadas en territorio español en su claro mensaje a las autoridades, gremios y partidos políticos. Sin embargo, no se observa que haya presión que valga para cambiar la disposición a prolongar la fecha de interrupción de operaciones en estas plantas hasta 2040, pese a la advertencia recibida el día que se apagaron las luces en España.











