Quien diría que el café junto con otros medicamentos forman una peligrosa combinación, al punto que han sido declarados como la mezcla más peligrosa del mundo. Estudios recientes han puesto el foco sobre la bebida consumida en la mayoría de países y que para muchos incluso resulta indispensable. Precisamente acá ahondaremos en los hallazgos realizados por un equipo de científicos que podrían sugerir la necesidad de un drástico cambio en el consumo de esta infusión so pena de provocar una grave enfermedad, sobre todo si sufres de una infección.
El café tiene sus bondades e inconvenientes pero estos últimos prácticamente pueden llevar a la tumba
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, actualmente se consumen diariamente al menos unos 400 mil millones de tazas de la popular bebida preparada a base de granos molidos de la planta originaria de Etiopía. En países como Canadá y Luxemburgo llegan a consumirse aproximadamente unos 6 kilos de este producto natural por persona anualmente.
Desde hace mucho tiempo diversos estudios científicos han hecho referencia a las bondades de esta bebida similar al té para la disminución de síntomas de enfermedades neurodegenerativas, por ejemplo Parkinson. Sin embargo, otras investigaciones alertan sobre las alteraciones del ritmo cardíaco que puede provocar, especialmente si esta bebida es consumida en exceso.
Sin embargo, la investigación que ha encendido las alarmas es una llevada a cabo recientemente donde fueron realizados importantes hallazgos sobre la peligrosa combinación que se produce cuando se consume esta bebido junto a medicamentos comunes. Formaría parte de la mezcla más peligrosa del mundo, sobre todo si se sufre de una infección.
Si se lleva cierta dieta y se consumen estos fármacos el café puede alborotar a estas bacterias
Un estudio realizado en la Universidad de Tubinga, Alemania, describe la forma como determinadas sustancias provocan la anulación de la acción antibiótica en la bacteria Escherichia coli (E. coli). Entre tales compuestos se encuentra la cafeína, por lo que no resultaría conveniente la ingesta de esta bebida cuando se tiene un tratamiento que incluye antibióticos.
La investigación estuvo centrada en la exploración del ajuste de los genes de E. coli vinculados al desplazamiento de moléculas frente a la acción de 94 sustancias de naturaleza química. A juicio de uno de los miembros del equipo investigador, Christoph Binsfeld, los datos permitieron comprobar la influencia sutil pero sistemática de varios compuestos, entre ellos la cafeína.
El caso es que la E. coli aparte de reaccionar frente a determinados medicamentos reciclados se enfoca en el análisis constante del entorno para así producir un ajuste en la defensa. Algunas sustancias naturales inclusive estarían activando estos «interruptores de alerta» en las bacterias y modificarían la respuesta ante el tratamiento, lo cual puede conllevar a la persistencia de la enfermedad.
Entre bondades y contraindicaciones: las tazas humeantes van y vienen pero el peligro está en el entorno
Uno de los aspectos referidos en la investigación sería la posibilidad de hacer más efectivas las terapias al tomar en cuenta no solamente medicamentos, sino además las circunstancias bajo las cuales se consume café. Un entorno que comprende diversos factores que van desde la dieta consumida hasta los tratamientos combinados con determinado tipo de fármacos.
En el caso específico de la cafeína es el disparador de una serie de eventos que se inicia con el regulador genético Rob y finaliza con la afectación en la E. coli de diversas proteínas de transporte, junto a la disminución de absorción de la ciprofloxacina, entre otros antibióticos. De esta manera el café influye sobre un conjunto de bacterias con la capacidad de provocar graves enfermedades.
En conclusión, los descubrimientos establecen que las sustancias aparentemente sin efectos antimicrobianos directos, incluyendo las de uso cotidiano como el café, tienen la capacidad de producir una seria afectación en los reguladores genéticos controladores de las proteínas de transporte. De esta forma estas sustancias pueden modificar tanto lo que entra como lo que sale de las bacterias, afectando las células. Por consiguiente, cuando se consume esta bebida junto a otros medicamentos se puede la mezcla en la más peligrosa del mundo, sobre todo si se sufre de alguna infección.








