El mito más conocido de la historia de España, resuelto: hemos encontrado la solución al otro lado del mundo

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Publicado el: 30 de septiembre de 2024
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España, España islas Micronesia

Es probable que durante el estudio de la historia de España hayas escuchado sobre el curioso mito de las islas perdidas. Aquí te contamos el origen del mismo y cómo del otro lado del mundo ha surgido su aclaración.

En la historia de España hay muchos mitos, pero ninguno como este

El mito al cual hacemos referencia data de los tiempos de la dictadura de Franco y tiene que ver con unas islas localizadas en el Pacífico, las cuales habían formado parte de una negociación entre España y Alemania.

Su origen o elemento desencadenante se atribuye a Emilio Pastor Santos, quien en una revisión de algunos documentos del Ministerio de Asuntos Exteriores pudo notar que el Imperio Español parecía estar renaciendo al todavía contar con cuatros islas en el Pacífico.

El asunto era que Santos había encontrado una lista oficial de unas islas que España había traspasado a Alemania unos cincuenta años antes y en ellas no figuraban cuatro islas, siendo esto indicativo de que todavía eran de dominio español.

Apenas se hizo público el hallazgo, el dictador quiso hacerse publicidad e hizo destacar en diarios de la época titulares vinculados con la soberanía española sobre cuatro islas del Pacífico:

  • Guedes o Mapia (archipiélago de las Marianas)
  • Coroa o Ronguerik (archipiélago de las Marianas)
  • Pescadores o Kapingamarangi (archipiélago de Palaos)
  • Ocea o Nikuoro (Las Carolinas)

Las cuatro islas del Pacífico que no estaban en lista de compras de Alemania

Las islas que forman parte del mito no aparecen en ningún decreto real como parte de su venta a los alemanes junto a las islas Carolinas, que fueron parte del imperio español por allá en 1526 y que doscientos años más tarde formaron su posesión fue resuelta mediante un laudo arbitral.

Estas son pequeñas islas deshabitadas o atolones en realidad porque tienen forma anular en cuyo centro muestran un lago con desembocadura al mar, y se encuentran ubicadas en la Micronesia española.

¿Por qué España entregó Las Carolinas a los alemanes?

España luego de perder México tuvo muchos problemas para mantener el control sobre las islas del Pacífico, pues se trataba de un territorio tan extenso como disperso sobre el cual la corona española, debido a su lejanía, ejercía poco control.

De allí que siendo Alemania una naciente potencia industrial para 1885 mostró interés en estas posesiones españolas del Pacífico, enviando una fuerza militar al archipiélago Yap con el fin de anexarlo al dominio alemán.

La disputa territorial fue zanjada a través de un laudo refrendado por el Papa de aquel entonces, León XIII, bajo el cual se establecía el mantenimiento del dominio español pero aseguraba los derechos comerciales de Alemania sobre estas islas.

Pero ¿es mito que a la fecha todavía existe una parte del imperio español?

Aunque parecía que España no había perdido el laudo, en realidad una de las exigencias del mismo es que el casi ya extinto Imperio Español para seguir manteniendo posesión sobre estos territorios se comprometía a mantener su presencia, algo que resultaba costoso.

Así que fue cuestión de tiempo para que los alemanes aprovecharan las dificultades de España para mantener su presencia en estas islas aun bajo poder español y que difícilmente no se perdieron durante la guerra contra Estados Unidos en 1898.

Con un imperio español colonial menguado tras las pérdidas de Filipinas, Puerto Rico y Cuba, pareció una buena oferta el pago alemán de 25 millones de pesetas por las islas Carolinas, pero en la compra parecen que no estaban incluido el grupo de cuatro pequeñas islas que ahora son parte de un mito.

En conclusión, hasta 2014 estuvo vigente el mito de un remanente de la historia de España y su imperio colonial, descansando sobre estas cuatro islas de la Micronesia, cuando la respuesta gubernamental fue que la negociación incluía todas las posesiones de España en el Pacífico, aunque no tuvieran en la lista de compras, y hasta allí llegó el mito.