Desde hace años se sueña con construir un motor de antimateria para viajar a la velocidad de la luz y así explorar nuevos mundos en el vasto universo ¿Quieres saber cuánto se ha avanzado en este proyecto? Sigue leyendo y entérate.
El motor de antimateria para viajar en el tiempo: Es ciencia no ficción
Para alcanzar distancias excesivamente largas, como es el caso de los planetas en el universo, se considera indispensable contar con un motor propulsado por antimateria pero ¿Qué tan difícil es fabricarlo?
La antimateria es una partícula elemental con masa y espín de la misma magnitud que el electrón pero de signo positivo, y fue descubierta en 1932 por el científico Carl Anderson. Su fabricación comprende estos pasos.
Hace algunos años se iniciaron estudios para intentar aprovechar su increíble cantidad de energía en motores. Una de las compañías que se ha dedicado a la fabricación de este tipo de propulsor es Hbar Technologies.
El fundador de Hbar Technologies, Gerald Jackson, ha advertido que no se trata de una sustancia ficticia o de películas de ciencia ficción, sino de algo muy real y con la potencialidad de proporcionar a una nave la velocidad cercana a la de la luz.
Con este tipo de compuesto una nave podría surcar el espacio a una velocidad inimaginable acercando a todos aquellos planetas que se encuentran separados de la Tierra por millones de kilómetros.
¿Qué podría hacerse con este tipo de propulsor en naves estelares?
Una de las primeras cosas que se ha pensado en hacer una vez que se disponga de este tipo de propulsor es colocarlo a una nave con la que se podría viajar desde la tierra hacia los exoplanetas que tienen condiciones similares a las terrenales, por ejemplo, Proxima Centauri b.
Una nave espacial con un propulsor como los que se usan actualmente demoraría aproximadamente 75,000 años en llegar a Proxima Centauri b., porque este se encuentra a 4.2 años luz de la Tierra, lo que equivale a cerca de 40 billones de kilómetros.
En cambio, si la nave estuviera provista con un propulsor a base de antimateria el viaje a ese planeta que se cree similar a la Tierra, lleno de mares y bosques, demoraría no más de una década.
En este particular, Jackson, junto a otro físico, Steven Howe, desarrolla un ligero propulsor de antimateria con el que piensa enviar algunos instrumentos a la Proxima Centauri b.
¿Para cuándo estará listo este propulsor de naves espaciales?
Howe y Jackson propusieron a la NASA en 2020 un proyecto de exploración de Proxima Centauri b que contemplaría el uso de antimateria en dos etapas:
- Fase de propulsión: Acelera la nave a un 10% de la velocidad luz
- Fase de desaceleración: Mediante micronaves y tecnologías de barrido láser LiDAR se recolectarían imágenes de alta resolución de Proxima Centauri b para luego ser enviadas a la tierra.
Jackson también se encuentra trabajando en un diseño complejo y ambicioso de un propulsor antimateria donde el uranio en un recinto electrostático es bombardeado por antiprotones.
Sin embargo, la antimateria es una de las sustancias de mayor coste del planeta. Para tener una idea de lo costosa que es basta saber que actualmente existe un gigantesco acelerador de partículas que produce anualmente 10 nanogramos de antiprotones mediante un desembolso de varios millones de euros.
Producir un gramo de antimateria necesitaría alrededor de 25 millones de kilovatios, es decir, aproximadamente la energía requerida para iluminar una ciudad durante un año, y el coste nada más por concepto de electricidad cada vez que se encienda rondaría los 4 millones de euros.
En conclusión, el motor de antimateria para viajar a la velocidad de la luz jamás se ha logrado construir porque requiere una gran inversión y desafortunadamente invertir esa cantidad de dinero no parece una prioridad, por lo que puede que sea más rentable sacarla de aquí.













