Japón presenta un motor de tres combustibles: gasolina, hidrógeno y un tercero que nadie conocía

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Publicado el: 7 de julio de 2024
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tres combustibles

Entre los motores de combustión y los motores eléctricos y de hidrógeno existe una gran brecha que, aunque se cierra de manera cada vez más pronunciada, todavía está lejos de ser un obstáculo para la descarbonización. Los motores híbridos son la tecnología que está teniendo un necesario puente, y podría dar un gracias a un motor capaz de usar tres combustibles diferentes sin perder eficiencia.

El nuevo motor de tres combustibles: «tri-fuel» o cómo fusionar hidrógeno con algo mejor

Hace poco nos llegó la noticia de un nuevo motor híbrido de hidrógeno para la industria naval, capaz de usar hidrógeno y diésel para reducir tres cuartas partes de las emisiones en este sector. Esto propone un gran futuro para los motores diésel, que han demostrado ser los más fáciles de adaptar a una modalidad dual que pueda combinar, sin grandes inconvenientes.

Sin embargo, todavía queda pendiente llevar estas tecnología a los motores de combustión a gasolina, que son los que son más utilizados por el usuario promedio, y todavía no hemos podido reemplazar exitosamente. Las particularidades del hidrógeno hacen que requiera de tecnología compleja y especializada que resulta incompatible que la gasolina.

Pero Toyota parece no sólo haber solucionado este problema, sino muchos otros, gracias a un motor híbrido capaz de usar, al menos, tres combustibles diferentes: gasolina, hidrógeno y combustibles sintéticos. Este sería el primer motor capaz de cambiar de una alimentación de gasolina al hidrógeno o el e-fuel a conveniencia sin ningún efecto adverso para el funcionamiento.

La panacea de la movilidad sostenible: Japón podría haber encontrado la clave

El nuevo motor de tres combustibles de Toyota sería capaz de resolver todos los problemas que enfrenta la descarbonización de la planta automotriz actual. Según los ingenieros a cargo de este ambicioso proyecto, su creación es capaz de usar cualquier tipo de combustible gracias a una serie de modificaciones de bajo perfil en los mecanismos encargados de la locomoción.

No han revelado los detalles del funcionamiento de este motor de tres combustibles, que todavía está en fases tempranas de desarrollo, resumiendo los cambios en un pistón más corto y un bloque de motor que será entre un 10% y un 20% más pequeño y ligero. También han adelantado que serán bloques de 1,5 a 2 litros, sacrificando parte del par motor de la combustión tradicional.

Sin embargo, esta caída de torque sería compensada por medio de motores eléctricos complementarios o sistemas de sobrealimentación que actuarían por medio de tecnología inteligente que incrementan la eficiencia. Desde la compañía afirman que su desarrollo podría aplicarse incluso para los motores diésel, lo que supondría la solución definitiva para la transición a las cero emisiones.

A la espera de novedades: todavía tenemos un grave problema por resolver

Si bien los ingenieros de Toyota han mostrado un gran optimismo con respecto a la viabilidad de su motor de tres combustibles, el hermetismo con respecto a su funcionamiento mantiene al mundo a la expectativa. Ciertamente, es una tecnología que promete superar el gran obstáculo para la implementación de los motores libres de emisiones de CO2: la falta de infraestructura.

Un reciente escándalo genera algunas dudas, ya que, al parecer, la compañía habría alterado los resultados de estudios de emisiones para sus coches, razón por la cual tendrán que pasar severas pruebas para garantizar que cumplan lo que prometen. Sobre todo ante una propuesta tan revolucionaria como la que están presentando, ya que podría ser calve en el futuro de la planta automotriz.

Una movilidad más flexible

Este tipo de desarrollos resultan de gran importancia, ya que permiten adaptar los coches actuales a nuevos combustibles renovables. Esta flexibilidad es indispensable para lograr una transición más progresiva hacia combustibles más sostenibles como los e-fuels, ya que sería posible cambiar de combustible de acuerdo a la disponibilidad o la variación de precios.