Es posible que el avance hacia el motor de hidrógeno se vea interrumpido por la creación de un nuevo combustible a base de residuos como parte de dos proyectos que se desarrollan en Estados Unidos y Europa.
Al motor de hidrógeno le salió un rival eficiente con raíces residuales
Dos grandes empresas del sector energético tienen planes de máxima producción de dimetil éter de carbono (DME), un combustible gas líquido renovable, reciclado, bajo en carbono y de amplias aplicaciones:
- Calefacción
- Uso doméstico (cocinar)
- Transporte
- Servicio industrial
Las compañías comprometidas en el proyecto de producción de DME son Enerkem y Dimeta, la primera está reconocida como la pionera en obtener biometanol empleando residuos mixtos en un contexto comercial.
Actualmente se emplean 200 millones de toneladas anuales de gas licuado de petróleo (GLP) para producir energía, lo que significa grandes cantidades de emisión de carbono y que podrían disminuirse significativamente con el DME,
La posibilidad de disminuir las emisiones de carbón producidas por la combustión de GLP obedece al hecho de que el DME puede combinarse con el GLP hasta en un 20% por tener propiedades químicas similares.
La mezcla GLP – DME puede significar la reducción de la huella de carbono producida por más de un millón de viviendas donde se emplea el combustible fósil con propósitos de calefacción.
Para producir el volumen necesario de DME se prevé la construcción de dos plantas con una capacidad de producción de 165 mil toneladas anuales, una ubicada en Europa y otra en Estados Unidos.
Actualmente los proyectos se encuentran en la fase de factibilidad habiendo completado con éxito los análisis de prefactibilidad, por lo que se espera que el próximo año puedan iniciarse los trabajos de diseño e ingeniería de front-end.
La meta es la producción de 300 mil toneladas de DME una vez que las plantas estén completamente operativas en 2027, previéndose el arranque de operaciones en 2025 de la primera instalación de conversión de residuos.
La experiencia de Enerkem será la clave del proyecto
La compañía canadiense tiene una buena experiencia en el desarrollo de plantas en Canadá y Europa donde se lleva a cabo la transformación de residuos en metanol con fines comerciales.
En este sentido, de acuerdo con voceros de Dimeta, la participación de Enerkem será clave para la transformación de un alto volumen de desecho no reciclable en DME.
La conversión en DME de carbono reciclado y renovable será a escala global en ambos proyectos y formará parte de una solución para el problema del calentamiento global.
Por su parte, el consejero delegado de Enerkem, Dominique Boies, también hizo referencia a la producción de DME como un hito energético y señaló como puntos fuentes del proyecto conjunto con Dimeta los siguientes:
- Ante los objetivos de reducir la huella de carbono constituye un ejemplo de flexibilidad de la plataforma tecnológica
- Representa la base potencial para futuro proyecto a escala mundial en el mercado energético fuera de la red
- Significa una sólida oportunidad para la expansión de la plataforma de conversión de residuos en metanol de la compañía.
Un futuro prometedor para Dimeta anclado en el DME
Dimeta es una compañía reciente, apenas creada en 2022 como parte de la unión entre SHV Energy y UGI International, con el objetivo de producir DME
La sede se encuentra en Leiden, Países Bajos, y su primera instalación de conversión de residuos en DME se llevará a cabo en el Reino Unido, prometiendo producir por encima de las 50 mil toneladas anuales de DME para 2025, además de nuevas plantas que estarán en Europa y Estados Unidos en los próximos años.
En definitiva, ante el incremento de la producción de DME como combustible de baja emisión y de producción más económica y segura es muy probable que el desarrollo del motor de hidrógeno presente retrasos.













