Tras el furor causado por el hidrógeno y la electricidad, aparece un motor que está pulverizando todos los récords de potencia. Un hito impactante que supera incluso al motor futurista de Renault. La industria automotriz está cambiando a pasos agigantados, mucho más rápido de lo que predijeron los expertos. El objetivo ahora va más allá de sumar elementos de confort o seguridad con automóviles autónomos o asistencias de conducción. La propulsión es el nuevo reto que tiene al mundo buscando nuevas soluciones.
La preocupación por el agotamiento de los combustibles fósiles y el impacto que generan las emisiones de gases de efecto invernadero en el medio ambiente están generando que las empresas estudien nuevas alternativas. En esta búsqueda, la electrificación comienza a presentarse como la solución de oro hacia la neutralidad en carbono. Poco a poco, va ganando su lugar y algunos ya la consideran una realidad indiscutible, aun cuando todavía contempla varios desafíos técnicos.
Asimismo, el hidrógeno es otra de las opciones que se baraja en la industria. Sin embargo, una marca reconocida se ha impuesto con un motor que pulveriza todos los récords de potencia y utiliza hielo.
Mientras otros apuestan por el hidrógeno, Porsche lo tiene claro: el hielo es el futuro
En 2019, antes de una carrera de aceleración, quedó reflejado como unos miembros del equipo utilizaron hielo para enfriar el motor de 1.600 CV de un modelo Porsche 997 Turbo. Los Porsche se caracterizan por ser vehículos de alto rendimiento, un escenario que cambia mucho cuando le agregamos las labores de un preparador especializado. El Porsche 911 firmado por 9ff brinda 1.200 CV de potencia y puede llegar a los 100 km/h en 2,8 segundos con una velocidad punta de 400 km/h.
No obstante, cuando se busca un esfuerzo añadido de la mecánica, es necesario recurrir a métodos extremos, como el empleo de cubitos de hielo para enfriar el motor de 1.600 CV del Porsche 997 Turbo anteriormente mencionado. Este ejemplar fue mejorado para otorgar 1.600 CV de potencia, un número con el que esta pieza está preparada para medirse con los mejores superdeportivos del mundo.
De hecho, eso fue lo que se hizo en 2019 en un evento de carreras de aceleración que tuvo lugar en Alemania, donde compitió en línea recta contra un Bugatti Chiron. Antes de que la carrera comenzara, los miembros del equipo utilizaron una bolsa de cubitos de hielo para ayudar a refrigerar el “alma” del vehículo, un Porsche 997 Turbo altamente modificado.
Según puede verse en una filmación publicada por la cuenta de YouTube “Gumbal”, tres hombres introdujeron cubitos en las entradas de aire laterales del 911, una decisión que, aunque no se sabe a ciencia cierta si funcionó, teóricamente ayuda a reducir la temperatura del motor y del aire de la admisión.
Porsche apuesta por un “motor de hielo” que logra proezas
Lo que sí es una realidad es que el 997 Turbo de 9ff alcanzó un registro de 351,77 km/h en una carrera en solitario. También se enfrentó contra el mencionado Chiron y sorprendió al público con varias lanzadas y un sonido de motor turbo de 6 cilindros bóxer.
En definitiva, este motor de Porsche pulverizó todos los récords de potencia conocidos hasta el momento. 5 años más tarde, los fanáticos de la marca siguen recordando cómo el hielo pudo lograr lo que el hidrógeno y la electricidad todavía no han podido, incluso con inventos tan revolucionarios como el triple motor eléctrico. Mientras se llega a una determinación sobre cuál es el combustible del futuro, siguen apareciendo nuevos prototipos que tratan de registrar récords ligeramente cercanos a sus números.
