La movilidad sostenible no solo pasa por utilizar nuevos combustibles, como hemos visto otras veces —de hecho, todavía estamos impactados al conocer el motivo por el que no existen cohetes espaciales eléctricos—. No obstante, ahora han dado un paso de gigante al conocer el nuevo motor ultraligero de 340 CV. ¿Qué han conseguido? Sin ir más lejos, destrozar la autonomía hasta nuevos límites.
El motor Magna que lo cambia todo: cero combustión interna
El motor ultraligero de 340 CV desarrollado por la startup británica Magna representa un avance significativo en la tecnología de propulsión eléctrica. Con un peso de apenas 35 kg, este innovador motor ofrece una potencia similar a la de los motores de combustión tradicionales, pero con la eficiencia y sostenibilidad de la electricidad.
Este motor marca un hito en la transición hacia la movilidad eléctrica, demostrando que es posible lograr altas prestaciones con baterías y motores mucho más ligeros. Aunque su autonomía es limitada, las múltiples ventajas de esta tecnología auguran un futuro prometedor para su aplicación en vehículos urbanos y de reparto.
Un motor eléctrico que acaba con la gasolina y pone en peligro al hidrógeno
El motor Magna utiliza una tecnología única e innovadora para lograr su gran potencia y eficiencia. En lugar de un motor de combustión tradicional, utiliza imanes permanentes y bobinas para generar movimiento. Este es el mismo movimiento que utilizan los catalizadores del motor de hidrógeno —salvando las distancias—.
Los imanes de neodimio dentro del motor crean un campo magnético muy fuerte que interactúa con las bobinas de cobre alrededor del eje. Mediante la activación secuencial de las bobinas, los imanes giran y esto hace girar el eje, un movimiento que reduce el desgaste.
Comparado con un motor de combustión equivalente, el motor Magna tiene 10 veces más imanes, lo que le permite generar mucho más torque. También tiene bobinas más delgadas envueltas alrededor del eje, lo que maximiza la interacción magnética, con todo lo que ello conlleva.
Esta avanzada construcción es lo que permite al motor Magna alcanzar 340 caballos de fuerza siendo mucho más compacto y ligero que un motor tradicional. Definitivamente representa un avance tecnológico importante para la industria automotriz.
Un voltaje impresionante para un motor que solo pesa 75 kilos
El motor Magna funciona a un voltaje de 800 voltios, muy superior al voltaje habitual de los coches eléctricos actuales que suelen rondar los 400. Esto permite una mayor densidad de potencia y un rendimiento más alto, lo que se traduce en una autonomía extendida en todos los casos, también en entornos fríos.
Según el fabricante, el elevado voltaje de 800 V es clave para conseguir la ligereza y compactibilidad del motor, ya que reduce la corriente necesaria para una determinada potencia. Al necesitar menos corriente, se requieren cables y conexiones más pequeños y livianos.
Además, la arquitectura de 800 V facilita la carga rápida, permitiendo recargar la batería mucho más rápido que con voltajes inferiores. Por ejemplo, en apenas 15 minutos se podría recargar la batería para conseguir una autonomía de 250 km.
En resumen, la apuesta por un voltaje tan alto es una de las claves técnicas que explican las prestaciones y características únicas de este innovador motor eléctrico. Los 800 V son fundamentales para entender su ligereza, densidad de potencia y capacidad de carga ultrarrápida.
Llegados a este punto, no podemos más que recalcar cómo el motor Maga ha supuesto un antes y un después. El sector de la movilidad tiene ahora una nueva propuesta para acabar con la combustión tradicional y contaminante. De hecho, no es la única, pues hace poco hemos conocido el prototipo que funciona a -253 ºC que pretende revolucionar nuestras carreteras como ninguno otro antes.













