Existe un motor turbo con un final inesperado. Ofrecía 1.500 CV y desapareció para siempre. Si te sorprendió lo que te contamos sobre el motor gélido que desafía las leyes del universo, no puedes perderte no lo que viene a continuación. Los motores turbo se ven como una solución estandarizada para que el usuario compre vehículos con motores más pequeños y eficientes, más potentes y rápidos que hace unos años. Además, vienen con menos cilindros.
Un motor de estas características se trata de un sistema de sobrealimentación para motores de combustión interna que comprime el aire que recibe del exterior. Con esta metodología permite la llegada de más oxígeno a la cámara de combustión y la mezcla presente en los cilindros produce más potencia. El turbo comprime el aire antes de ingresarlo en los cilindros.
El objetivo principal de los motores turbo es otorgar mucha más potencia al vehículo sin importar si tiene un cilindraje bajo.
Este motor turbo de 1.500 CV sorprendió y destapó algo impensado sobre BMW
Con esta meta en mente, llegó el modelo downsizing, un motor de un tamaño parecido al compacto, con cuatro cilindros y 1,5 litros de desplazamiento. Contaba con más de 1.400 CV de potencia entregada a base de mucha presión y rompía después de unos minutos de uso. De hecho, no necesitaba más que eso.
Su paso por el mercado dejó un legado de historias épicas, motores imposibles y nombres de ingenieros a los que les gustaba experimentar. Algunos expertos desafiaban la técnica y el reglamento, llegando a prestaciones jamás pensadas y tomando riesgos que hoy nadie tomaría en cuenta. Solo así puede entenderse cómo hace más de cuarenta años fuimos testigos de un modelo de cuatro cilindros, 1,5 litros y más de 1.400 CV de potencia o hasta 1.500 CV.
La imagen con la que el mundo asocia BMW es la de una marca vinculada a motores con muchos cilindros y con piezas de alta gama. No obstante, esta reconocida firma ha estado íntimamente ligada a este concepto de motores de cuatro cilindros en línea con el modelo M10.
Esta pieza fue empleada entre los años 60 y 80, que desembocó en la versión sobrealimentada por turbo del BMW 2022 Turbo y llegó a convertirse en un motor de carrera, donde llegó a sobrepasar los 1.400 CV. Algunos incluso le adjudicaron 1.500 CV.
El motor turbo de BMW que sonó fuerte en la Fórmula 1
El motor BMW M12 fue la apuesta de la firma para la Fórmula 1 en los 80. Este modelo ya se había usado antes en otros vehículos de carreras y dio continuidad a un proyecto de motores turbo en competición. De hecho, desde finales de los 60 se le adjudicaron varios éxitos, como el Europeo de Turismos del BMW 2002 TI de Dieter Quester y el Campeonato Alemán del BMW 320 Grupo 5 de Harald Ertl. Cabe destacar que este último se transformaría en la base de su motor de Fórmula 1.
Paul Rosche trabajó en un motor de solo 1,5 litros de desplazamiento (1.499,8 centímetros cúbicos), que utilizaría Brabham BMW en la Fórmula 1 en 1981, llegando a los 580 CV de potencia. Unos números que en nada se comparan con las cifras que llegarían años después. Cabe recordar que la durabilidad de este motor se estima en apenas unos minutos, tiempo necesario para marcar una vuelta rápida.
Se siguió trabajando en mejorar el modelo hasta que el 1986, Brabham continuara trabajando en él, pero ligeramente rotado, adaptándolo a un diseño extremadamente bajo del BT55 y continuar el empuje aerodinámico sobre el ala trasera.
Al finalizar la temporada, BMW anunció que saldría de la Fórmula 1, pero continuaría siendo el proveedor de las escuderías con las que tenía firmado un contrato, anotándose algunos hitos del Brabham en 1987, y uno de Megatron (Arrows) en 1988.
Así el motor turbo que llamó la atención del mundo entero desapareció para siempre dejando una historia apasionante detrás de sus 1.500 CV. ¿Te apasiona el mundo del motor? Aquí te contamos los detalles del motor definitivo traído al mercado por tres fabricantes que conoces muy bien.
