El misterio del motor de vapor sigue sin respuesta: es el más eficiente, pero ninguna marca lo quiere volver a fabricar

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Publicado el: 25 de septiembre de 2024
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Se sigue en la búsqueda de respuestas por el motor de vapor. Es el más eficiente, pero ninguna marca quiere fabricarlo. Un misterio que sigue tan vigente como el del motor que solo utiliza aire como combustible. En pleno 2024 no dejan de aparecer titulares sobre avances en las baterías de litio, en las de estado sólido, sobre el uso del hidrógeno o la posibilidad de abastecer la industria del transporte con combustibles sintéticos. Todas noticias que tienen que ver con la necesidad latente que tiene el planeta: desprenderse de los combustibles fósiles.

Su alta huella ambiental ha ocasionado que la Tierra se encuentre en una tesitura complicada. El cambio climático y el calentamiento global son una realidad palpable que, de no aminorarse, podría acabar con todo a su paso. Es por eso que las compañías dedicadas al sector transporte y diferentes naciones trabajan para sustituir los vehículos de combustible por piezas más compasivas con el medio ambiente. De una u otra manera, la reinvención del automóvil ya está en marcha, con el hidrógeno y la electricidad como primeras opciones.

Sin embargo, todavía no se ha dicho la última palabra y existe la posibilidad de que algún experto se decante por volver a una tecnología antigua y eficiente: el motor de vapor. Es sumamente eficiente, pero ninguna marca ha dado el paso para retomar su fabricación.

Motor de vapor de agua: ¿por qué ninguna marca lo quiere?

A finales del siglo XIX, existía un objetivo parecido. Karl-Benz, con el apoyo de su esposa Bertha Benz, estaba sumergido en la creación de su vehículo de combustión y, a principios del siglo XX, también llegaron inventos que proponían el uso de hélices para mover los automóviles. Antes de alcanzar estas tecnologías, llegó otra que demostró funcionar muy bien: el motor de vapor. En las últimas décadas del siglo XIX, los automóviles de vapor disputaron con los de combustión interna el “reinado” de la movilidad.

Hubo 40 años de convivencia entre ambas tecnologías, pero fueron los propulsores de combustión interna los que finalmente ganaron la partida a principios de los años 20 del siglo pasado. Hasta que la combustión interna logró imponerse con su eficiencia y comodidad, el motor de vapor fue una pieza referente en el campo de la competición. Los automóviles que lo utilizaban tenían el beneficio de que sus motores ya disponían de un cierto desarrollo previo proveniente de su uso en locomotoras.

Sin embargo, también entrañaban algunos defectos difíciles de solucionar, que podrían ser la razón por la que hoy las marcas se muestran reacias a fabricarlos. Uno de sus mayores inconvenientes era su enorme peso. El defecto mayoritario era el tiempo de espera hasta poder moverse con ellos. Lo normal para finales del siglo XIX era que un pasajero esperara alrededor de 20 minutos hasta que el motor obtenía la presión de aire suficiente para emprender viaje. En este aspecto, el motor de combustión era superior, ya que evitaba esta larga espera.

¿Quién inventó el motor de vapor?

Existe un mar de dudas sobre quién fue el verdadero inventor del vehículo a vapor. Dicen que el primer automóvil a vapor “nació” en China en 1672. Si la historia es fiel a esta versión, su creador sería Ferdinand Verbiest, un misionero jesuita que viajó y vivió lo que quedaba de su vida en el país asiático.

La facilidad de uso y el desarrollo del motor de combustión impusieron su continuidad en mercado y el desplazamiento del motor de vapor. No obstante, hubo un tiempo en el que los coches a vapor eran una realidad e incluso se consideraron los más rápidos del mundo. Por ahora, nadie ha mirado hacia el pasado para traerlo al presente. Ahora el mundo trata de encontrar nuevas e inexploradas alternativas, como el primer motor de combustión cero emisiones.