Los viajes intergalácticos siempre han sido el sueño del hombre desde que comenzó a ver el espacio a través de telescopios. Saber qué hay allá afuera es una curiosidad que a la mayoría de nosotros nos asalta. La NASA ha comenzado a desvelar este misterio lanzando una vela gigante impulsada por luz.
La vela impulsada por luz ¿ya es una realidad?
La vela impulsada por luz es un sistema de propulsión teórico que se ha propuesto para realizar viajes a través del espacio e incluso intergalácticos. Entre otras ventajas por lo liviano que es el sistema y por su alta eficiencia al utilizar la luz del sol como combustible. Este proyecto aún está en etapa experimental.
Aunque esta tecnología no es justo la que la NASA ha lanzado, los datos que aporte serán de mucha utilidad para el desarrollo de la impulsada por luz. En este sentido, la espacio nave del Sistema Avanzado de Velas Solares de Compuesto permite observar el desempeño de la tecnología de despliegue de los mástiles solares.
El propósito de esta misión espacial no tripulada
Con el despliegue de la vela, la nave envía imágenes y datos al personal en la Tierra quien los analiza para definir cómo va su desempeño para preparar las próximas etapas de estas pruebas. La meta principal de la prueba es la ejecución correcta del despliegue para después utilizar esta información para futuras misiones.
En las cuales se utilizarán a gran escala. La nave que orbita la tierra comenzó a volar sin tener control de orientación antes de desplegar los mástiles, por lo que tiene un giro lento pero constante, según lo esperado. Cuando termine la secuencia de despliegue será reactivado el control de actitud.
De esta manera la nave será estabilizada y se detendrá su rotación. Posteriormente, si el análisis de la dinámica de vuelo es satisfactorio, entonces los ingenieros comenzarán con las maniobras de ascenso y descenso de la órbita de la nave para probar el control y ver cómo responde ante otros comandos.
Estos componentes solares, a diferencia de las impulsadas por luz, son fabricadas con materiales reflectantes y ligeros. Quienes aprovechan la radiación y la presión que proporcionan los fotones solares. Al respecto, debemos decir que estos fotones dan una fuerza de 9.1 micronewtons por metro cuadrado.
Lo cual es bastante débil, pero juntos proporcionan un impulso que es constante a lo largo del tiempo. Esta tecnología es el centro de gravedad de las velas impulsadas por luz, puesto que es muy adecuada para aplicaciones en misiones de exploración de galaxias lejanas de duración muy larga.
Por otra parte, esta misión es un gran avance porque usa energías sostenibles y limpias en el espacio. Estas naves solares no utilizan ningún combustible químico y mucho menos de origen fósil. De manera que se reducen los costos y la contaminación por desechos espaciales asociados con las misiones espaciales convencionales.
Lo que aprendemos con esta misión espacial
Además de los datos sobre el despliegue y desempeño de los mástiles, también obtendremos valiosa información que nos permitirá limpiar el espacio orbital de los miles de objetos de desechos espaciales. Ya que, aprovechando el impulso de la nave, podremos sacarlos de órbita.
Dirigiéndolos hacia la Tierra para que se quemen al momento de entrar en la atmósfera. Por último, esta tecnología de naves solares podrá ser usada en misiones tripuladas a Marte y en la exploración de asteroides aprovechando el combustible ilimitado del Sol.
En conclusión, la reciente misión espacial de la NASA utilizando velas solares es el producto final de la gran inversión realizada en la investigación y desarrollo de energías sostenibles. A la vez que representa un gran futuro en la exploración del espacio de forma ecológica.
