¿Cómo acabar con el frío en 2024? Esta es una pregunta que muchas personas se están haciendo y que no solo pasa por la calefacción, que a veces está a precios desorbitados. Queremos presentarte un nuevo material aislante con el que pretenden revolucionar nuestras viviendas. Lo han desarrollado a partir de cajas de cartón y nadie se cree lo que han conseguido.
El IDAE lo tiene claro: es mejor aislar que solo invertir en calefacción
El IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía), dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica, lleva varios años analizando las mejores posibilidades para conseguir un óptimo confort térmico. ¿Sabes que la más destacada no es la calefacción?
Ni la estufa de pellets, ni el suelo radiante. La clave, de acuerdo con el organismo, es el aislamiento térmico que se puede conseguir en todo tipo de estancias y del que hablan en profundidad con su Guía práctica de la energía para la rehabilitación de edificios.
Es una inversión algo elevada que requiere obras, pero que puedes disfrutar a corto y largo plazo. El uso de la madera, en combinación con la espuma de poliuretano, es una opción más que frecuente. Sin embargo, está claro que las infiltraciones requieren un cierto esfuerzo económico.
¿Y si te decimos que han descubierto un material que tiene unas cualidades todavía más beneficiosas y es asequible? Queremos presentarte la última innovación que nos va a hacer ahorrar energía en una época marcada por el elevado precio de la luz y el gas (que recuperan su IVA).
El material aislante que han descubierto: adiós al frío en 2024
Investigadores internacionales han dado con una solución ingeniosa y respetuosa con el medioambiente para crear un material aislante: cartón reciclado. Este método sencillo pero eficiente implica reciclar cartón para obtener una espuma aislante que no solo es más respetuosa con el planeta, ¿qué más podríamos esperar?
Lo mejor de todo es que también más resistente que las opciones tradicionales a base de espuma plástica. Es una propuesta más sólida que no requiere tratamientos previos complicados. En este sentido, te gustará saber que esto último es determinante para que el precio de distribución no sea elevado.
La pulpa de fibra de celulosa se mezcla con gelatina de glicerol o pegamento de acetato de polivinilo (PVA) y se da forma a la mezcla resultante. Después de un proceso de refrigeración y liofilización, se obtiene una espuma acolchada biodegradable que promete decir adiós al frío en 2024.
¿Qué ventajas aporta este nuevo material aislante?
Este material no solo tiene el potencial de transformar el frío en 2024, sino que también aporta otras ventajas significativas. En primer lugar, su baja conductividad térmica (0,044 W/mK) lo convierte en un aislante eficaz, crucial en tiempos de cambios climáticos extremos.
Por otro lado, su dureza permite absorber la energía de impactos fuertes mejor que las espumas a base de petróleo. De este modo, cumpliríamos con una de las pretensiones de cada Cumbre del Clima, que es dejar de usar los combustibles fósiles como base para conseguir la tan necesaria eficiencia energética.
Durante pruebas, la espuma resistió golpes de martillo sin desmoronarse, destacando su resistencia como material aislante. Estas propiedades no solo son ideales para el aislamiento térmico en la construcción, sino que también pueden tener aplicaciones en el embalaje de envíos delicados, cerrando así un ciclo sostenible.
Está claro que, si consiguieran comercializar a gran escala este invento, el frío en 2024 tendría sus días contados. Lo que está más que visto es cómo un nuevo material aislante que, además, se produce a base del reciclaje, puede ser la clave para evitar la dependencia del combustible fósil. ¿Lo conseguiremos a corto plazo? Tenemos doce meses por delante para hacerlo realidad.













