La sostenibilidad es cada vez más importante en todos los sectores, pero especialmente en la construcción. De cara a 2030, los nuevos edificios tienen que ser sí o sí de cero emisiones netas. El objetivo de la Unión Europea es que en 2050 todo el parque inmobiliario no emita emisiones. Los negociadores del Parlamento Europeo y de los Veintisiete han llegado a un acuerdo respecto a la reforma de las reglas sobre la eficiencia energética en el sector de la construcción de la Unión Europea. Lo que han acordado obligará a que todos los nuevos edificios sean de cero emisiones contando a partir de 2030.
“Los edificios son responsables de más de un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero en la Unión Europea. Este es un gran paso hacia el objetivo de la Unión de alcanzar la neutralidad climática para 2050”, expuso Teresa Ribera, vicepresidenta tercera del Gobierno responsable de Transición Ecológica, recoge “Europa Press”.
La reforma no solo contempla que los nuevos edificios de 2030 sean cero emisiones, sino que en 2050 lo sea todo el parque inmobiliario de la UE.
Pasos a seguir para los nuevos edificios cero emisiones
Para lograr este propósito, los Veintisiete y la Eurocámara han dispuesto una “hoja de ruta” que obliga a los Estados miembros a contar con planes nacionales para disminuir el uso de energía primaria de los edificios residenciales. Tienen que llegar a 16% para 2030 y a un 20 o 22% en 2035. Este camino ofrece una cierta “flexibilidad” a los gobiernos para adaptar los objetivos a sus circunstancias. De esta manera, cada país tendrá la libertad de decidir en qué parte del mobiliario actuar y con qué medidas contar.
En cualquier caso, las medidas nacionales tienen que garantizar que, al menos el 55% de esa reducción, se consigue a través de la renovación de edificios viejos y menos eficientes. Si hablamos de los edificios no residenciales, las nuevas reglas también los engloban bajo unos estándares mínimos de eficiencia energética que permiten renovar el 16% de los menos eficientes en 2030 y del 26% en 2033.
Se busca una mejora en los CAE
Los países pueden eximir de esta obligación a determinadas áreas de la construcción, como edificios históricos protegidos o residencias vacacionales. Además, contará con certificados de ahorro energético (CAE) “mejorados” que se basan en un modelo armonizado con criterios comunes para toda la Unión Europea. El objetivo es que los ciudadanos estén mejor informados y obtengan facilidades para sus decisiones financieras. Las medidas de financiación deberán incentivar y acompañar las renovaciones, prestando especial apoyo a los sectores más vulnerables y los edificios con peor rendimiento energético, que son aquellos en los que se encuentran los hogares con mayor pobreza energética.
A su vez, los estados miembro tendrán que garantizar que hay salvaguardia para los inquilinos. Esto con la idea de abordar el riesgo de desalojo de hogares vulnerables ocasionado por aumentos desproporcionados de los alquileres tras una renovación.
Consejos para convertir tu casa en un ambiente más sostenible
Aunque no vivas en uno de esos edificios nuevos con cero emisiones que están por llegar, hay pequeñas cosas que pueden comenzar a implementar en tu hogar para que este se vuelva un espacio más sostenible. Pasamos a hablarte sobre tres de ellas.
- Aprovecha la luz natural todo lo que puedas. Si estás construyendo una casa o te vas a mudar a una, ten en cuenta su orientación. Es un detalle simple que te ayudará a sopesar cuánto energía gastarás en el futuro. Aprovechar la luz natural es una de las maneras más eficaces de ahorrar energía. Una vez escogido el inmueble, orienta los muebles de manera que la luz dé a los rincones de la casa que más utilices.
- Escoge materiales ecológicos. No utilices materiales tóxicos. En el mercado puedes encontrar varias opciones ecológicas, como pinturas hechas con ingredientes vegetales. Es importante que no se generen residuos de obra que puedan representar problemas ambientales.
- Opta por electrodomésticos eficientes. Escoge electrodomésticos que tenga la etiqueta energética y una alta calificación en cuanto a la eficiencia en el consumo. La A es la más recomendada y la G la menos.
