Una ciudad situada al norte de Europa acaba de levantar un monumento al ecologismo —que lleva abrazando con sus bicicletas eléctricas y sus autopistas de plástico reciclado—. Su impresionante fachada cuenta con más de 2000 paneles solares y da espacio para 400 viviendas, ¿no te impresiona? Es tan impactante como este rascacielos que Estados Unidos va a levantar en una ciudad de vaqueros.
Un monumento a la sostenibilidad en plena capital europea
Sluishuis es un edificio residencial innovador ubicado en Ámsterdam, Países Bajos. Inaugurado en 2019, este complejo de 400 viviendas fue diseñado por el estudio BIG en colaboración con Barcode Architects, con el objetivo de crear un desarrollo urbano ecológico y sostenible, también con paneles solares.
El nombre Sluishuis hace referencia a su localización junto a una esclusa o compuerta de agua que conecta el río IJ con el canal Steigereiland. Esta zona fue antiguamente un astillero, por lo que el proyecto representa una renovación completa del sitio.
La visión de Sluishuis fue desarrollar un vecindario denso pero habitable, minimizando la huella de carbono a través del uso intensivo del espacio y la integración de energías renovables. La que han conseguido posicionar no es otra que la fotovoltaica con paneles solares. Qué sorpresa, ¿verdad?
Con un diseño vanguardista que combina arquitectura e ingeniería de vanguardia, Sluishuis se ha consolidado como un referente del ecologismo y la sostenibilidad en el urbanismo contemporáneo. Sin embargo, hay un aspecto por el que destaca bastante, y no precisamente por su arquitectura funcional.
La ingeniosa arquitectura de Sluishuis, con 2000 paneles solares
El edificio Sluishuis, ubicado en Ámsterdam, fue diseñado por el reconocido estudio BIG y Barcode Architects. Su arquitectura futurista se destaca por las ondulantes terrazas apiladas que le dan una apariencia pixelada. No obstante, está diseñado para tener un uso residencial, no solo para reivindicar el uso de paneles solares.
La fachada en zigzag está compuesta por balcones y terrazas alternados que crean un dinámico efecto de píxeles. Esta geometría orgánica se inspira en el paisaje natural de los diques y canales de Ámsterdam, aunque ha sido criticado por ser extremadamente feo (de hecho, es uno de los más polémicos entre los ciudadanos).
Los arquitectos buscaron crear un edificio icónico, casi escultural, con formas fluidas nunca antes vistas. La pixelación genera un patrón hipnótico y distintivo. Sin dudas, Sluishuis marca un nuevo hito en el urbanismo de Ámsterdam con su diseño vanguardista y sus paneles solares.
Un ejemplo de eficiencia energética en una de las ciudades más sostenibles
Uno de los aspectos más destacados es la instalación de 2000 paneles solares en el techo del edificio. Esta gran cantidad de paneles solares proporciona electricidad limpia para cubrir una parte importante del consumo eléctrico del complejo residencial. ¿Te imaginas un portento de este calado en España? Ojalá llegue a ser así.
Además, el sistema de calefacción y agua caliente sanitaria funciona con energía geotérmica. Se han instalado intercambiadores de calor conectados a pozos geotérmicos de gran profundidad. De esta manera se aprovecha el calor del subsuelo para climatizar el edificio sin necesidad de combustibles fósiles.
Estas y otras medidas permiten que Sluishuis tenga un excelente desempeño energético. Los arquitectos y promotores tuvieron la visión de integrar soluciones de energía renovable desde la fase de diseño. El resultado es un complejo residencial que marca el paso en sostenibilidad para el sector de la construcción.
Lo cierto, llegados a este punto, es que el edificio no es precisamente estético. Sin embargo, es una obra maestra que pone en evidencia cómo los paneles solares y la arquitectura bioclimática pueden integrarse en el plano urbano. Lo hemos visto en otras ocasiones y nos continúa impresionando, pero ni la mitad que este material de construcción que levantará los primeros edificios inteligentes.
