China es conocida por sus obras megalíticas, pensadas para «el disfrute de la mayor parte de la población», según fuentes oficiales. La potencia asiática quiere hacerse con el monopolio de los deportes de invierno. Están levantado la pista de esquí más grande del mundo, con paneles solares iguales a estos que van a generar energía infinita… aunque situados en el espacio.
Las renovables, próxima revolución en China: y van muy en serio
China, conocida por sus ciudades vibrantes y su tecnología punta, está avanzando con determinación hacia un futuro impulsado por energías renovables. Con el objetivo de alcanzar una cifra récord de 230 gigavatios (GW) de instalaciones eólicas y solares este año, China lidera el mercado mundial de energías renovables.
Esta meta ambiciosa duplica con creces la combinada de Estados Unidos y Europa. A pesar de su posición como principal contaminante global, China está realizando inversiones masivas para abordar sus emisiones. La inversión estimada es de 140 000 millones de dólares en proyectos eólicos y solares para 2023.
Esta política refleja un compromiso serio con la transición hacia fuentes de energía más limpias. La retirada de tarifas preferenciales de alimentación para proyectos renovables en 2022 y una inversión presupuestada de 455 000 millones de dólares entre 2021 y 2025 dejan claro que China va muy en serio.
Una pista de esquí de 80 000 m² con paneles solares
Shenzhen, además de ser un centro tecnológico y comercial, pronto albergará la pista de esquí cubierta más grande del mundo. Esta instalación monumental, parte del complejo Huafa Snow World Center, tiene una estructura de 83 metros de alto y 441 de largo. ¿Te imaginas algo así en los Pirineos? Estamos lejos de verlo.
Este proyecto, diseñado por la firma de arquitectura 10 Design, está destinado a convertirse en un ícono de comercio y entretenimiento en China. La pista de esquí, con sus 80 000 metros cuadrados, se presenta como una maravilla arquitectónica con la que pocos países (ni siquiera los nórdicos) podrían presumir a estas alturas.
Ubicada estratégicamente en la Bahía de Qianhai, en el noroeste de Shenzhen, el complejo está conectado con el aeropuerto y un centro de transporte interurbano. Diseñado para aprovechar las vistas frente al río, el Huafa Snow World Center no solo se destaca por su tamaño, sino también por su enfoque en la sostenibilidad.
¿Una ciudad esponja? La propuesta inquietante de China
Los creadores del proyecto abrazan el concepto de «ciudad esponja», dividiendo la escala de la construcción en cajas flotantes interconectadas. Además, han integrado paneles solares en la cubierta inclinada y un sistema de gestión del agua que aprovecha la lluvia. ¿Lo mejor de todo? Estará cubierta por paneles solares.
En un mundo donde las estaciones de esquí tradicionales se enfrentan a desafíos climáticos, esta propuesta se erige como un título disputado, ofreciendo una solución atractiva y sostenible. La estructura propuesta, descrita como una estructura aérea y ondulante, albergará una pista de esquí de dimensiones descomunales.
Infografías revelan incluso la inclusión de un teleférico interior, añadiendo una dimensión única a este complejo comercial. Aunque la competencia por megaestructuras no es nueva en China, esta propuesta destaca por su enfoque integral en la sostenibilidad y la conexión con la naturaleza circundante.
Esta es la idea que tiene China para consolidarse como un referente en deportes y paneles solares. Quizá lo hagan con la vista puesta en los Juegos Olímpicos de Invierno de 2038, que están pendientes de asignación. Eso sí, cuidado con este tipo de megaeventos y, si no, que se lo digan a los madrileños. El Gran Premio de Fórmula 1 que van a acoger no ha estado exento de polémicas, pero la última se lleva la palma.
