Parecía que serían parte del pasado porque queríamos un mundo más seguro: Pero ahora son el futuro

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Publicado el: 16 de octubre de 2025
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Hasta hace poco muchos pensaban que para la configuración de un mundo más seguro era necesario que esas cosas grandes y peligrosas se convirtieran en reliquias del pasado. Pero ahora piensan diferente y han llegado a considerar que son indispensables para el futuro ¿Qué les ha hecho cambiar de opinión? Todo obedece al surgimiento de dos elementos que tienen cada vez más aplicación en la realización de diversas tareas, inclusive de mucha complejidad, permitiendo ahorrar mucho tiempo, esfuerzo y dinero. El hecho es que para funcionar estos requieren de unas condiciones energéticas que el resto de fuentes son incapaces de proveer ¿Quieres conocer más acerca de estos elementos y las cosas que están evitando hacer desaparecer?

Parece que han encontrado la manera de tener un mundo seguro sin hacerlas desaparecer

La ocurrencia de graves accidentes obligó a considerar el uso de unas instalaciones que alguna vez se pensó inundarían el planeta para satisfacer ampliamente la creciente demanda. Incluso se hicieron planes para el cierre definitivo de las mismas, los cuales todavía siguen en marcha en algunos países.

En la época que se produjeron los accidentes existía una demanda sostenida, pero se pensó que la misma podía ser cubierta mediante otras fuentes, tal vez de menor producción pero igualmente limpias y más seguras.

No obstante, aparte de comprobar que las fuentes sustitutas no son constantes, han aparecido dos elementos que están confiriendo un gran auge a la demanda energética: la inteligencia artificial y los centros de datos.

Una alta carga energética y el suministro eléctrico constante son dos de las condiciones fundamentales para el mantenimiento de los centros de datos, por lo que no puede depender únicamente de una red eléctrica. De allí que la energía nuclear sea considerada como la fuente energética ideal para empresas que manejan este tipo de centro.

El auge de los centros de datos y la IA empujan la exploración de fuentes energéticas

Si la IA alcanza el nivel de aplicación previsto la energía nuclear puede reaparecer y convertirse en la fuente generadora de energía por excelencia, trascendiendo en su rol actual de apoyo a las energías renovables.

El año pasado los centros de datos tuvieron un consumo eléctrico de 415 TWh, equivalente al 1,5% de la demanda energética mundial. Se estima que para 2030 el consumo será el doble y en 2050 el consumo puede ser igual al de Japón, unos 4000 TWh.

Ya no son tan grandes y las empresas exitosas son las que los hacen pequeños

Algunas empresas presentan los pequeños reactores modulares o SMR, según sus siglas en inglés, como la mejor opción. Estos reactores se consideran ideales porque pueden abastecer las necesidades eléctricas de centros de datos y aplicaciones de IA debido a:

  • Un diseño compacto
  • Rápida construcción entre 3 y 5 años
  • Conveniente localización cercana a industrias de alta demanda energética o ubicación remota

Las compañías generadoras de energía nuclear mediante la fabricación de este tipo de reactores son asediadas por los inversores debido a la velocidad con que estos invierten en esta novedosa tecnología y sus requerimientos de consumo.

Ejemplo de esta amplia demanda es la empresa Nano Nuclear Energy cuya revalorización, aún sin contar con licencia otorgada por la Comisión de Regulación Nuclear de Estados Unidos, ha ascendido por encima del 200% y actualmente se cotiza en más de 2300 millones de dólares.

En conclusión, cuando se pensaba que en cada país se irían cerrando paulatinamente las centrales nucleares ante la necesidad de evitar los elevados riesgos que significa este tipo de fuente de energía para la seguridad mundial, ahora está reviviendo la energía nuclear en el mundo. Frente a la necesidad de alimentar el consumo energético creciente de la IA y los centros de datos no se visualiza otra fuente de energía limpia como la proporcionada por un reactor, solo que ahora se dispone de un modelo compacto que puede resultar más seguro en el futuro.