El plan más loco de Europa: Enviará una garra gigante al espacio para salvar el futuro

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Publicado el: 6 de noviembre de 2025
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El cielo, ese lugar donde antes solo se observan nubes, estrellas y, alguna que otra vez, cometas, hoy está mucho más ocupado y Europa tiene un plan muy loco para «desocuparlo». No estamos hablando de ovnis, naves espaciales, ni de fenómenos misteriosos, hablamos de algo mucho más terrenal, que, aunque está flotando allá arriba a una gran velocidad, la verdad es que lo dejó la humanidad mientras se encontraba jugando a conquistar el espacio. Quédate para conocer los detalles.

El cielo ya no es infinito

Durante décadas se han lanzado satélites, cohetes y módulos espaciales como si fuera pan de cada día. Pero ¿Qué ocurre cuando la misión acaba? lamentablemente estos objetos se quedan allá arriba, orbitando alrededor del planeta a toda velocidad, como si fueran un proyectil. Algo irónico es que estos desechos ponen en riesgo las misiones y amenazan a los astronautas.

Parece ilógico creer que un espacio tan extenso pueda “llenarse”, pero el problema no es el tamaño, sino la rapidez. Allí arriba, hasta un tornillo puede provocar un desastre si se encuentra con algo más. Y cada colisión produce más fragmentos, que impactan con más objetos, en un efecto dominó que los investigadores han estado señalando durante años.

Europa tiene una misión de película

Mientras que EE.UU y Japón forman alianzas para conquistar la luna, Europa no está dispuesta a arriesgar las misiones o que el caos en la órbita se vuelva irreversible. Así que en una jugada arriesgada, que parece salida de una película de ciencia ficción, se decidió lanzar al espacio algo enorme, una garra robótica, diseñado para capturar la basura espacial y hacerla desaparecer.

Para facilitar la comprensión del problema, la NASA creó el término “cascada Kessler”: una situación en la que los desechos espaciales colisionan entre sí, produciendo más residuos en cadena hasta que la órbita se vuelve inutilizable. No se trata de algo sacado de Hollywood, es una verdadera advertencia científica… y la razón por la que Europa se dispone a limpiar el cielo antes de que sea demasiado tarde.

Ya se tiene nombre y fecha. La Agencia Espacial Europea (ESA), en colaboración con la start-up ClearSpace, impulsará la misión ClearSpace-1. Esta nave pionera llevará, literalmente, una garra gigante al espacio. Su trabajo es sencillo: ubicar los restos flotantes, atraparlos como basura y hacer que se desintegran de forma segura al reingresar en la atmósfera.

Esta será la primera vez que se lanza un vehículo diseñado exclusivamente para «limpiar el cielo». El objetivo inicial es un objeto inactivo de la ESA llamado Vespa, que orbita desde 2013. Si la misión funciona, abrirá las puertas a un nuevo «servicio» espacial: los limpiadores orbitales. Estos patrullarán la órbita para evitar la temida cascada Kessler.

Una nueva responsabilidad espacial

A pesar de ser una gran solución, no es tan sencillo. Imaginemos el proceso: la nave debe escanear la órbita, encontrar un objeto, acercarse con cuidado, estabilizar la pieza (si es que está girando) y sujetarlo fuertemente para desviar su trayectoria hacia la tierra sin que se genere otro residuo. Esto es un desafío mayor teniendo en cuenta que estos objetos viajan a 28 000 km/h.

Pero los ingenieros tienen fe y ya se encuentran planeando la evolución de esta tecnología. No solo será una garra, se planean redes espaciales, brazos múltiples o incluso «camiones orbitales» totalmente autónomos, vamos que “Wall-E” ya no será solo una película y mañana esto podría ser un servicio tan común y necesario como la recogida de basura.

Pero aún no cantemos victoria, porque no se viene a solucionar el problema, esto tan solo es el pie inicial para aceptar que no se puede seguir así, ocupando algo y “dejándolo” en la basura, ni siquiera fuera de la tierra. Si se consigue limpiar la órbita quizás las grandes industrias aprendan a cuidar los desechos acá abajo.

Europa no quiere hacer historia tecnológica, quiere dar un golpe sobre la mesa. La idea no es seguir conquistando el espacio como si fuera tierra de nadie, sino hacerse cargo de lo que se deja flotando allá arriba e ignorarlo ya no es una opción. Perder la capacidad de operar en el espacio sería un golpe que afectaría a toda la humanidad, desde comunicaciones hasta ciencia y defensa. Y si este tema te interesó, te invitamos a ver como la carrera de la IA se ha salido de control.