Por primera vez en la historia: Captan una guerra galáctica a 11 000 millones de años luz

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Publicado el: 12 de junio de 2025
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El estudio del universo, frecuentemente nos da muchas sorpresas, bien sea que provengan de astros como planetas, cometas, estrellas o de galaxias enteras que exhiben comportamientos que son muy singulares. Te traemos algo que nunca ha sido visto por os expertos, que es una guerra galáctica que tiene lugar a 11 000 millones de años luz de distancia. Veamos cómo es esto.

Lo que es un cuásar: un fenómeno del espacio exterior que es muy curioso

Este es uno de los astros del universo que posee más luminosidad, por lo que aparecen como estrellas en las imágenes de los telescopios pero viéndolos más de cerca consisten en núcleos de galaxias, los cuales son activos ya que están creados a partir de agujeros negros del tipo supermasivos. Se genera a partir de la absorción de planetas, estrellas, polvo estelar y gas.

O cualquier tipo de materia u objeto sideral, esta masa es calentada a temperaturas muy altas y sufre una aceleración considerable, emitiendo una colosal energía que comprende toda la banda electromagnética, es decir, desde rayos X y gamma hasta ondas de radio de alta frecuencia. Esta gran fuerza galáctica es muy luminosa y los hace visibles a grandes distancias astronómicas de miles de años luz.

Una batalla galáctica a 11 000 años luz de distancia

Algo que es inédito cuando un par de galaxias embisten una contra otra, en una guerra inmisericorde, a 550 kilómetros por segundo de velocidad, dan un golpe, se retiran y luego continúan con la “justa galáctica” como se le llama. Pero una de ellas tiene un arma que le da ventaja y es un cuásar con el cual atraviesa los escudos formados por gases de su contrario, debido a su radiación ultravioleta que es muy efectiva.

Esta especie de torneo medieval, ocurre a unos 11 000 millones de años luz (sus efectos son devastadores como este caso de desintegración planetaria). El espectáculo fue observado por un grupo internacional de expertos a través de los telescopios VEL y ALMA que se encuentran ubicados al norte de Chile, específicamente en el desierto de Atacama. Con este hito se ha podido ver los efectos de la fuerte radiación de un cuásar.

La que modifica de manera directa la parte gaseosa de una galaxia próxima. Las participantes que se enfrentan se encuentran a cinco kiloparsecs de distancia, son muy activas en la formación de astros como planetas, cometas y estrellas, además de ser enormemente masivas. Por otra parte, los astrónomos pudieron estudiar un tipo de interacción que no ha sido visto anteriormente.

Ya que el cuásar está absorbiendo gas galáctico de la formación contraria. El mismo se presenta de forma muy compacta y confinado en concentraciones muy pequeñas que tienen un tamaño que es menor a 0,03 parsecs y con una densidad que va desde 106 hasta 107 cm-3. Con estos valores, se ha demostrado que el cuásar y su radiación destruyen con el paso del tiempo los elementos de forma que no pueden ser creadas otras estrellas.

Las consecuencias de este descubrimiento y su edad actual

El artículo correspondiente a este estudio fue publicado en la revista digital Nature, el cual prueba que los cuasares pueden ser activados por una colisión galáctica dañando de manera muy grave a las galaxias involucradas, y más aún la que no contiene un cuasar, bloqueando su capacidad para formar estrellas nuevas. Se está observando un fenómeno de forma muy atrasada. Aproximadamente el 18 % de su edad real.

En conclusión, se ha detectado una batalla galáctica a 11 000 millones de años luz de distancia donde se enfrentan dos galaxias pero una de ellas tiene un arma “poco caballerosa”, como lo es un cuásar que es muy enigmático (tanto como esta señal que recibió la NASA desde millones de kilómetros en el espacio). Una de las galaxias sufrirá daños muy graves que le impedirán crear nuevas estrellas.