Durante los últimos años, todos hemos visto cómo el transporte público ha cambiado para siempre, y no nos referimos solo a que hayan puesto pantallas. ¿Recuerdas cuándo se podía subir con el VMP (vehículo de movilidad personal, como lo llama la DGT)? Desde ahora, la prohibición de patinetes eléctricos se ha extendido dando lugar a una circunstancia que nadie querría: multas de 200 euros.
Los patinetes eléctricos enfrentan un 2024 con menos popularidad
A medida que los patinetes eléctricos ganaban popularidad en las ciudades, también surgían preocupaciones sobre su seguridad y su impacto en el tráfico. En respuesta a estas preocupaciones, ciudades como Barcelona y Madrid han establecido restricciones para el acceso de los patinetes eléctricos en el transporte público.
Estas regulaciones han generado un panorama desafiante para los usuarios de VMP, quienes ahora se enfrentan a la necesidad de planificar cuidadosamente sus desplazamientos urbanos. De hecho, se han popularizado hasta bolsas para llevarlo y saltarse la prohibición de patientes eléctricos.
Otra de las muestras de la picaresca española que bien conoces ha sido el uso de bicicletas eléctricas como alternativa. Sin embargo, estás no están vetadas por Renfe, que no ha tenido otra que acostumbrarse. Está claro cómo los nuevos tiempos siempre tardan un poco en imponerse, pero lo acaban haciendo.
La prohibición en el transporte público: Renfe dice basta
Renfe, que gestiona los trenes en España (excepto los de Cataluña dentro de unos meses) ha anunciado la prohibición del acceso de patinetes eléctricos en todos sus trenes a partir del 12 de diciembre. Esta medida se fundamenta en la preocupación por los incendios de baterías que se han registrado en otros transportes.
La entidad argumenta que esta prohibición se basa en criterios de salud pública y seguridad de los viajeros. Sin embargo, esta restricción ha generado debate sobre si es realmente necesaria y si los patinetes eléctricos representan un riesgo para los usuarios. Está claro que el transporte público no sabe adaptarse de momento.
Una gran novedad es que, hasta ahora, eran los ayuntamientos quienes decidían si lo permitían o no. Sin embargo, ahora se aplicará con carácter nacional, justo lo que desde el sector habían estado temiendo. Durante los próximos días, veremos las reacciones de los usuarios.
Sanciones de hasta 200 euros en el transporte público: cuidado con lo que viene
Las restricciones al acceso de los patinetes eléctricos en el transporte público de ciudades como Madrid y Barcelona conllevan sanciones monetarias significativas. En Madrid, la sanción por acceder al transporte público con un patinete eléctrico oscila entre los 100 y los 200 euros.
En Barcelona, la cuantía de la sanción se cifra en 200 euros. Estas multas han llevado a muchos usuarios a abandonar el uso de los patinetes eléctricos como medio de transporte urbano, lo que representa un retroceso en los esfuerzos por fomentar su uso en ambientes urbanos.
Además de las sanciones monetarias, las restricciones al acceso de los patinetes eléctricos en el transporte público también plantean desafíos logísticos para los usuarios. ¿Sabes qué es lo que va a suceder? Que los expertos ya hablan de una caída en las ventas por su menor utilidad.
La clave está en que, cuando tienes que planificar una ruta para saltarte la prohibición de patinetes eléctricos, corres el riesgo de no encontrar opciones alternativas. En este sentido, no podrás bajar al metro, ni subirte a un autobús o, como hemos visto, coger el tren de cercanías.
Como has podido ver, el transporte público está empezando a afrontar la prohibición de patinetes eléctricos de una manera un tanto improvisada. Es más, el Ministerio de Transportes anunció este semana que están trabajando junto con la DGT para avanzar en la homologación de estos vehículos. De conseguirlo en tiempo récord (que se antoja complicado), veríamos cómo las multas desaparecen.













