Los expertos por fortuna parecen haberse equivocado porque el pequeño pueblo que dijeron sería tragado por el mar en 2025 aún se mantiene en pie, aunque auguran que su fin está por llegar ¿Acertarán esta vez?
Esto es lo que mantiene erguido al pequeño pueblo del ártico frente a las devastadoras tormentas
Debido al progresivo calentamiento global que ha originado el derretimiento de los casquetes polares se ha ido produciendo un preocupante crecimiento del nivel del mar que amenaza con tragarse poblaciones costeras enteras.
Frente a este fenómeno climático es muy poco lo que se puede hacer sino detener las causas raíces del deshielo y esto parece que no sucederá de momento, de allí que las localidades ubicadas en costas erosionadas parecen estar destinadas a sumergirse en las aguas invasivas.
Esta sería la suerte de una pequeña comunidad de pescadores que desde hace más de una década los expertos vienen observando, haciendo énfasis en el estudio del proceso de degradación que vienen experimentando las costas donde se encuentra.
Desde comienzos del 2000 se había estado advirtiendo que la comunidad desaparecería bajo el agua, pero nunca sus pobladores imaginaron que ese día llegaría tan pronto y aunque se había dado como fecha término 2025 la localidad aún está de pie, pero se presume que no será por tiempo prolongado.
Los pobladores no han podido hacer nada para evitar que su comunidad sea tragada por el mar, solo notan que desde que el nivel del agua empezó a subir la vida de todos se ha complicado mucho, pues para pescar deben viajar largas distancias como parte de una actividad cotidiana difícil y peligrosa.
Una predicción que no se ha cumplido pero que amenaza con cumplirse
El aumento del nivel del mar y el acelerado derretimiento del hielo durante los últimos años ha traído como consecuencia la casi segura desaparición de esta pequeña localidad de Alaska en medio del Ártico llamada Kivalina.
Se vaticinaba que en 2025 este pequeño pueblo ya estaría hundido en el mar pero aun cuando el peligro persiste todavía se mantiene en pie frente a las fuertes tormentas y el avance del mar contra sus débiles costas.
Las tormentas arrecian cada vez más y ante ellas algunos habitantes han tenido que evacuar. Las personas de mayor edad han sido testigos de cómo lo que antes era un asentamiento indígena de pescadores de focas y morsas ahora es un conjunto de casas cada vez más cerca de las aguas.
La predicción de que su pueblo sería transformado por la fuerza del mar ya la habían escuchado pero nunca imaginaron que el proceso de transformación se llevara a cabo en tan escasas décadas, poniendo en peligro su cultura y forma de vida.
El destino que siga Kivalina puede ser el mismo de la humanidad
La minúscula localidad habitada en su mayoría por pobladores inuit no solo representa la resistencia de esta pequeña comunidad ártica de raíces indígenas frente al calentamiento global, sino que trasciende hacia toda la humanidad.
En este asentamiento los pobladores ven con horror como un fenómeno climático no provocado por ellos amenaza con destruir sus hogares, y a esto se suma la desesperación de no contar con recursos para abordar una reubicación frente a una segura inundación.
Esta pequeña localidad hoy se ve en riesgo debido al calentamiento global, y de persistir las raíces de este problema mañana podría llegar a afectar a una metrópolis como Nueva York o Barcelona.
En conclusión, de acuerdo a expertos, el pequeño pueblo ártico llamado Kivalina ya no debería estar en esa parte de Alaska, para ello ya debería haber sido devorado, pero milagrosamente sigue en pie, aunque presumen que no será por mucho tiempo, mientras tanto se espera que otros pueblos y ciudades costeras no sigan su suerte.
