La geografía de nuestro país está salpicada de localidades con encanto —más de 6000, según el Ministerio para el Reto Demográfico—. Queremos presentarte un pueblo español que puede presumir de tener una de las farmacias más antiguas de Europa. Conoce Llívia, que nos ha cautivado igual que este arrecife que tiene más de ochenta millones de años (como acabas de leer).
Llívia, un pueblo español rodeado por los Pirineos
A 1.223 metros de altura, en medio de los Pirineos, surge Llívia, una pequeña villa española enclavada en Cataluña y Gerona, pero rodeada por completo de territorio francés. Aislada del resto de España desde el Tratado de los Pirineos de 1659, Llívia se sostiene en una excepción geográfica que ha perdurado a lo largo del tiempo.
La N-154, una estrecha carretera española, es el único vínculo terrestre con Puigcerdà, y su encanto se mezcla con la belleza natural de la región, donde ríos y prados verdes adornan la planicie. Si la has transitado alguna vez, te habrás quedado impactado al contemplar cómo parece estar encerrada por montañas.
Más allá de su ubicación peculiar, Llívia alberga tesoros históricos como la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, la Torre de Bernat de So, y un museo municipal. Pero destaca, sobre todo, la Farmacia de Llívia, documentada desde 1594 y considerada una de las más antiguas de Europa (y también del mundo).
Una de las farmacias más antiguas (y tradicionales) de Europa
La farmacia de Llívia, existente desde 1415, desvela un misterio que la medicina se planteó en su momento: ¿cómo se preparaban las fórmulas hace cinco siglos?. Propiedad de la familia Esteve durante 23 generaciones, cerró en 1942, pero su legado se preserva en el Museo Municipal de Llívia desde 1981, casi nada.
Entre sus joyas, se encuentran cajas renacentistas con retratos pintados de santos y sabios boticarios. De hecho, ha sido recogida como uno de los tesoros culturales por Patrimonio de Cataluña, la entidad pública que se dedica a conservar y proteger los resquicios históricos de toda la comunidad autónoma.
La colección destaca por los albarels, botes de cerámica azul cobalto utilizados para los productos más preciados. El cordialer del siglo XVIII, donde se guardaban los más pequeños, es una pieza llamativa. Por si fuera poco, la farmacia cuenta con una biblioteca que custodia antiguos libros de fórmulas.
Tres siglos superando ataques del ejército francés
Separada físicamente de España por más de 13 kilómetros cuadrados de territorio francés, Llívia ha superado desafíos únicos desde el Tratado de los Pirineos de 1659. Considerada una villa en lugar de un pueblo, Llívia permaneció bajo dominio español. La conexión actual con España es una carretera «neutral» que cruza Francia.
Durante más de 350 años, Llívia ha resistido embates del ejército francés en numerosas batallas, siendo un enclave estratégico. Los intentos por conquistarles se fueron sucediendo durante las décadas, con lo que fue objetivo de numerosas batallas entre España y el país galo cuyas huellas todavía se observan.
Sin ir más lejos, cuando tuvo lugar el referéndum ilegal del 1 de octubre en Cataluña, este fue el único pueblo al que la policía no se acercó. ¿La razón? Evitar pasar por Francia con todo el contingente, lo que hubiera podido desencadenar un conflicto diplomático con nuestros vecinos. Curioso, ¿no crees?
Este primer acercamiento a Llívia ha sido muy breve, y es que un pueblo español como este bien merece que nos perdamos en sus calles. El hecho de que no sea tan conocido supone, vistos los encantos que alberga, todo un misterio. Eso sí, no lo será tanto como la isla que los físicos afirman que tiene nuestro país, pero que nadie ha visto jamás en la historia.








