El desarrollo de las civilizaciones había sido un proceso gradual a lo largo del tiempo, pero desde que se inició la revolución industrial se ha venido acelerando, y esto ha sido la causa de que los diferentes tipos de elementos naturales sean sobreexplotados hasta acabar con ellos. Es así que hoy en día el recurso más valioso del planeta está en peligro, se malgasta groseramente y la situación se hace cada vez más grave.
El progreso humano pone en riesgo el planeta
El progreso de la humanidad en diversas áreas ha traído consigo grandes mejoras en la calidad de vida e incluso ha elevado de forma significativa la esperanza de vida en muchos países. Esto también ha originado un crecimiento de gran magnitud de la población, que implica un incremento importante en la demanda de numerosos componentes y riquezas naturales, para satisfacer todas sus necesidades.
Pero la naturaleza no es infinita, y son muchos los casos en que el abuso ha llegado al extremo de agotar la tierra, extinguir especies animales y contaminar el planeta, acabando así con el equilibrio ecológico y generando daños que comprometen la continuidad de la vida. Ahora tenemos el recurso más valioso del planeta en peligro, se malgasta groseramente y cada día la situación se está haciendo más grave.
Las nuevas tecnologías digitales están sedientas de agua
El recurso más valioso del planeta no es el oro, ni las piedras preciosas o las tierras raras, sino el agua, que es el elemento esencial para casi todas las formas de vida terrestres, así como también para diversas actividades humanas. Pero actualmente, está en peligro por factores como el cambio climático, la contaminación y ahora el desarrollo de las nuevas tecnologías digitales que la consumen de forma exagerada.
Las nuevas tecnologías como la inteligencia artificial y la fabricación de los chips se tornan más sedientas en la misma medida en que van creciendo, y su consumo de agua dulce está llegando a niveles realmente escandalosos. En el caso de la primera, los diferentes centros de procesamiento de datos en los que se encuentran los servidores que se encargan de la información producen temperaturas elevadas.
Y para proteger sus valiosos equipos, necesitan contar con sistemas de refrigeración, muchos de los cuales dependen del agua para su funcionamiento. Los volúmenes empleados dependen de los trabajos que se estén realizando, por ejemplo, durante la preparación de un chatbot, se usaron 700 mil litros (por ese gasto se está considerando el método publicado por Suiza para producir agua verde).
Normalmente, un centro de procesamiento de datos consume aproximadamente 1,1 millones de litros en un solo día, mientras que una fábrica de microchips consume un volumen similar al de 58 000 personas. Estos nuevos desarrollos tecnológicos se están convirtiendo en los mayores consumidores del recurso más valioso que tenemos, el agua, y sus requerimientos alcanzan niveles realmente exorbitantes.
Un recurso natural que requiere un uso racional
El consumo de agua por parte de las empresas de tecnología digital no se conoce de forma tan precisa como el de la electricidad, sin embargo, algunas de ellas se están interesando por hacer un uso más racional de este recurso esencial. Se espera que sus investigaciones acerca de cómo reducir su gasto de agua resulten tan rápidas y eficientes como las que realizan para el desarrollo de sus propios productos.
En definitiva, el agua es el recurso más valioso del planeta, y ahora está en peligro debido a las sedientas empresas tecnológicas que la emplean en grandes cantidades, un solo centro de datos puede usar un millón de litros a diario para enfriar sus equipos (aunque hay una tecnología que promete acabar con la sequía que se avecina) Además, no se conoce con exactitud su consumo por lo que se debe hacer un uso más racional.
