Las cinco regiones que guardan el mayor tesoro de España: Y que toda Europa necesita

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Publicado el: 3 de septiembre de 2025
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Europa

Existen naciones que poseen una enorme abundancia de riquezas naturales debido a los diferentes procesos terrestres implicados durante su formación hace millones de años, y muchos de esos recursos permanecen ocultos, bajo tierra, por ciertas razones, como por ejemplo que aún no se haya descubierto su presencia, o quizás porque todavía se desconoce que tengan alguna utilidad para la actividad humana. España es una de esas regiones que guardan un inmenso tesoro, no en uno, sino en cinco lugares, y Europa los necesita con urgencia.

La naturaleza ha repartido riquezas a todas las naciones

La complejidad de los diferentes fenómenos que influyeron en la formación de la corteza planetaria ha causado grandes cambios durante millones de años, que todavía continúan desarrollándose en los tiempos actuales. Como consecuencia de toda esa actividad geológica, hoy en día existe una amplia variedad de paisajes en cada zona geográfica donde pueden permanecer algunas riquezas ocultas para la humanidad.

En esta impresionante lotería natural, cada país ha salido ganando en algún aspecto particular que le ha servido para obtener ciertas ventajas geopolíticas y económicas, tales como el petróleo, el oro y piedras preciosas. En ese sentido, España ha salido favorecida y cuenta con cinco regiones que guardan un tesoro que resulta muy valioso en la actualidad, no solo para sí misma, sino también para toda Europa, que tanto lo necesita.

Cinco regiones de España tienen los metales más valiosos

Las tierras raras son unos materiales que actualmente están considerados como esenciales en Europa, es más, resultan estratégicos para poder alcanzar la tan ansiada transición energética. Y España podría convertirse en el principal proveedor continental, porque se sabe que, en cinco regiones, Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura, Galicia y las Islas Canarias, existen importantes yacimientos de estos metales.

La nueva era tecnológica, que está en plena evolución, requiere de esos elementos que hasta hace poco no tenían utilidades tan trascendentales como las de hoy en día y pueden significar la diferencia entre el progreso y el atraso de numerosos países. Pues la fabricación de equipos informáticos y de otros relacionados con las fuentes energéticas renovables depende de la presencia de tierras raras y sin ellas es imposible.

Actualmente, China es el principal vendedor de esos metales, tanto en su forma natural como ya listos para su uso, y los utiliza como un instrumento para lograr sus propios fines. Por eso, los países europeos buscan liberarse de esa dependencia con un proveedor confiable, y España tiene en sus manos esa posibilidad porque posee no uno, sino varios depósitos de esos elementos en las cinco zonas nombradas anteriormente.

El más conocido de todos es el que se encuentra en Castilla-La Mancha, conocido como Matamulas, que es muy rico en monacita, que es un mineral de fosfato que engloba a varias de las tierras raras más buscadas, como el neodimio o el cerio (también tiene estas 7 minas de gran importancia). Pero hasta ahora no se ha podido explotar ese tesoro, porque estiman que podría dañar la ecología, así que España debe tomar una decisión de  relevancia para Europa.

Europa espera por las tierras raras de España

Aunque existen claras evidencias de la presencia de tierras raras en cinco regiones de España, este país todavía se ve en la necesidad de importar las 550 toneladas que requiere anualmente. Europa, por su parte, espera que finalmente se superen las dificultades para su explotación, pero hay que tener en cuenta que es necesario realizar investigaciones más profundas que permitan cuantificar con precisión esos metales.

Concluyendo, en cinco regiones de España existen yacimientos de tierras raras, se trata de Andalucía, Extremadura, Galicia, las Islas Canarias y Castilla-La Mancha, donde se encuentra el depósito más conocido de monacita, en Matamulas, (aunque Francia tiene esta otra pero que es de hidrógeno), sin embargo, todavía es necesario realizar investigaciones más profundas en las otras zonas para cuantificarlas con mayor precisión. Por los momentos, la explotación no ha empezado por los posibles daños ecológicos que podría generar, así que Europa tendrá que seguir esperando por este valioso tesoro.