Muchas marcas europeas están apostando seriamente al futuro del motor de combustión interna, pero no aquella antigua máquina ineficiente y contaminante. De hecho, Renault piensa en un futuro que mira más allá del hidrógeno, aunque utiliza este polémico combustible que pensábamos que ya no se usaba.
Una alianza para el diseño de un nuevo motor
Renault, la icónica marca fabricante y diseñadora de coches, a través de su división Horse que es la encargada de los motores para vehículos de combustión interna ha establecido una alianza con el consorcio italiano Dumarey especializado en sistemas de transmisión sostenible para automóviles de última tecnología.
Esta asociación estratégica tiene como objetivo combinar el buen juicio y la experiencia de Horse en lo que respecta al diseño de maquinaria de alto rendimiento con la experticia y el conocimiento de Dumarey en sistemas de controles automotores para la creación del motor del futuro para Renault.
Una máquina del futuro que utiliza este polémico combustible
El motor del futuro usa diésel como combustible, en lugar de hidrógeno. Este carburante se considera polémico ya que no es un elemento que esté dentro de la estrategia de cero emisiones del resto de las marcas, incluyendo a Renault. Esto para cumplir con la norma de cuidado de la atmósfera y el ambiente.
Sin embargo, al mismo tiempo, por la tecnología utilizada en el diseño de esta máquina las emisiones de gases de efecto invernadero son mínimas. Tanto es así que solo pueden ser medidas con equipos de laboratorio muy sensibles. Por otra parte, es uno de los combustibles fósiles que menos daño causa.
Sí lo comparamos con otros como la gasolina. Respecto al motor producto de la alianza entre Horse y Dumarey, el mismo es de cuatro cilindros y dos litros de cubicaje con una potencia de 180 CV y un par de 220 Nm. Viene en dos versiones de transmisión, es decir, manual y automática.
Asimismo, para ambas tendrá seis velocidades y está hecho para coches de tracción trasera que cumplan la Euro 6 y la Euro 7 para tracción delantera, en cualquiera de las modalidades de caja de cambios. Renault espera que esta nueva máquina sea la insignia de la nueva generación que equipara a sus coches.
Tiene la particularidad de ser un motor muy liviano, lo cual se debe a la optimización de las piezas que lo conforman y los materiales utilizados en su construcción. Igualmente, su otro punto fuerte es que es muy compacto por lo que se reduce el espacio para ser alojado siendo el capó más bajo.
A esta colaboración le siguen muchas otras para la creación de maquinarias muy eficientes y rendidoras que usen combustibles que sean sintéticos sin emisiones. También máquinas de combustión interna que sean de hidrógeno, biocombustibles o híbridos eléctricos que utilicen pilas de hidrógeno.
Esta decisión de apostar a los motores de combustión interna para el futuro, se debe a la lenta evolución de la movilidad eléctrica por sus ventas, que aún no terminan de aumentar a los niveles esperados. De paso, es de señalar que esta tendencia continua este año, no superando el 10 % de la nueva flota de vehículos.
La plena satisfacción de sus clientes: la prioridad de Renault
Aunque para esta marca no hay una solución única para la creación de un motor sostenible en el futuro, sí está clara en que todos sus productos deben ser de muy alta calidad y en esa dirección trabajan. Asimismo, saben que tienen una gran responsabilidad en la lucha contra el cambio climático que nos atañe a todos.
Como conclusión, el motor de combustión interna del futuro que ha diseñado la alianza promovida por Renault, utiliza como combustible el polémico diésel. Pero con un sistema que hace que las emisiones sean muy bajas. Es una muy buena opción frente a la movilidad eléctrica.













