No solo robotaxis, miles de «robovans» recorren calles chinas: Realizan una de las tareas más complejas

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Publicado el: 2 de noviembre de 2025
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Robovans

Actualmente en China se desarrolla una de las tareas más complejas como lo es el recorrido de miles de «robovans» por las calles de la ciudad. La complejidad radica en el hecho de que la circulación masiva de estos vehículos que no requieren de la intervención directa de un conductor humano debe alcanzar cierta eficiencia y a su vez brindar un ambiente seguro. Hay varios desafíos limitantes pero en varias ciudades chinas se está asumiendo el reto y los resultados han sido prometedores. Aquí te contamos como avanzan estos proyectos donde los robotaxis fueron el punto de inicio.

Se necesitan «robovans» porque las calles de China se están congestionando debido a las compras masivas por Internet

China actualmente lidera la implementación de vehículos autónomos a nivel mundial, tratando de definir el futuro de la movilidad inteligente y conectarla en entornos urbanos complejos. Los robotaxis fueron el punto de inicio que introdujo la idea de vehículos sin conductor ofreciendo servicios de transporte público en las congestionadas calles chinas.

Pero ahora ha surgido un escenario donde ya no se trata de trasladar personas sino paquetes, asumiendo que son muchos los que se deben repartir debido al vertiginoso crecimiento de las compras online. El auge del comercio electrónico ha provocado un congestionamiento de paquetes que reta la logística de entrega de los mismos.

Para tener una idea basta saber que, de acuerdo con registros de la oficina postal estatal de China, el año pasado se repartieron 5400 paquetes por segundo y la media fue de 100 paquetes anuales por persona al año, dejando atrás a Estados Unidos con 66 paquetes al año por persona.

Para superar la congestión diaria en las ciudades chinas se están utilizando miles de autónomos de noche

Frente a este escenario ahora los miles de paquetes son trasladados en mitad de la noche en pequeñas furgonetas de conducción autónoma hasta los andenes, donde los operarios se encargan de subirlos a uno de los vagones del tren que ha de llevarlos hasta un centro logístico.

Estas furgonetas autónomas o «robovans» tienen una capacidad de 3 m3 y pueden trasportar hasta 500 kilos. Se desplazan lentamente emitiendo una señal sonora con la que buscan evitar colisionar con peatones y objetos. El radio de detección es de 2 metros.

Una de las ciudades de China donde se está implementando esta nueva forma de trasladar mercancías están es Shenzhen, donde las empresas de reparto luchan contra el tráfico y la logística diaria debido al auge que ha tenido el crecimiento electrónico.

Han surgido muy buenas oportunidades pero son grandes las dificultades que se deben afrontar

La idea de usar la red de trenes en las noches saltándose las horas pico ha permitido un importante alivio de la presión de la congestión del tráfico y ha permitido realizar entregas más rápidas. Además, se ha producido por un lado una importante reducción en los costes de esta entrega y por otro un aumento en la eficiencia.

Frente a los servicios convencionales de entrega de paquetes, la obtención de costes más bajos en la logística del transporte de estas mercancías empleando furgonetas autónomas se ha producido a través de una reducción en el precio de los sensores LiDAR. Al igual que la eficiencia ha mejorado con el desarrollo de nuevos chips y baterías.

Sin embargo, las entregas todavía se realizan en mayor tiempo que el empleado por operarios humanos porque van a velocidad reducida dentro de las estaciones para evitar choques con los pasajeros. Además, todavía requieren de supervisión humana en varias etapas, especialmente en la carga y descarga de mercancías.

En conclusión, el recorrido de miles de «robovans» por las calles de las ciudades chinas es la nueva forma de trasladar mercancías para superar el tráfico y la logística diaria que se ha suscitado al crecer el comercio online. El uso de estas unidades autónomas se complementa con la red ferroviaria fuera de las horas pico y esto ha permitido un alivio de la presión generada por la entrega de paquetes y una significativa reducción de costes. Sin embargo, para que este sistema se instaure de manera definitiva se requiere superar amplios desafíos, como reducir el tiempo empleado actualmente para llevar a cabo la entrega.